La madrugada del 29 de septiembre dos viandantes se encontraron el cadáver de Asunta Basterra Porto, de 12 años y de origen chino, en una pista forestal de Teo, una localidad cercana a Santiago de Compostela, y una semana después el móvil del crimen sigue siendo una incógnita en la investigación.

Los padres de Asunta, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, fueron detenidos y enviados a prisión comunicada y sin fianza por un supuesto delito de homicidio, pocos días después de denunciar a la Policía la desaparición de la niña, en torno a las diez de la noche del pasado 28 de septiembre, unas tres horas antes de que fuera localizado el cuerpo de la menor.

Asunta era hija única y residía en Compostela con su familia, que la adoptó cuando apenas tenía un año. Mantenía un blog, en inglés, en el que trataba de descubrir los enigmas de varios parques de la capital gallega, y era una destacada estudiante, de carácter vital y alegre, que recibía clases de música y ballet. El crimen ha conmocionado a sus compañeros del Instituto Rosalía de Castro y también a la sociedad compostelana, que ha vivido con asombro y abatimiento el desarrollo de la investigación y que incluso, desde su entorno familiar, todavía no se explican lo ocurrido.

El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, es partidario de "estar a la espera de lo que pasa y no especular demasiado" sobre este caso cuya investigación, a cargo del magistrado titular del juzgado de instrucción número dos de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, mantiene abiertas todas las vías sobre el móvil del crimen. La pequeña Asunta, que hoy habría cumplido 13 años, falleció, según los análisis toxicológicos, tras ser sedada con un medicamento y posteriormente asfixiada.

El pasado viernes se decretó el ingreso en la cárcel de Teixeiro de sus padres, a quienes desde el primer momento se les ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios, y que en sus declaraciones ante el magistrado dijeron no ser autores de su muerte violenta y presentaron coincidencias en sus relatos. Ese día, tanto el letrado de Rosario Porto como de Alfonso Basterra renunciaron a defenderlos, días después de que la periodista Tareixa Navaza, que había ejercido de portavoz de la familia, declinara seguir siéndolo tras la detención de la madre al considerar que desde ese momento debían hablar los abogados.

A ambos, tanto a Porto como a Basterra, se les imputa un delito de homicidio y posible asesinato a la espera de los resultados de toxicología. En el auto del magistrado Vázquez Taín se resalta la importancia de estos análisis en la calificación del delito, en aras de comprobar si llevaban tiempo suministrando pastillas a la niña, lo que implicaría premeditación y, en consecuencia, un delito de asesinato. Ramón García, abogado de la escuela de música Play, donde estaba matriculada Asunta, relató al instructor un incidente ocurrido el 23 de julio por si fuese relevante, acerca de que ese día el padre de la niña la dejó en el centro y contó al profesorado que estaba recibiendo un "fuerte" tratamiento médico que la dejaba aturdida.

Efectivamente las profesoras notaron un "pequeño mareo" en la pequeña, hecho que comentaron al padre cuando regresó a recogerla al término de su clase, de la que no se ausentó, como tampoco hizo al día siguiente en que volvió al aula sin presentar la sintomatología. Además, la Guardia Civil, apoyada en incoherencias testimoniales y en las grabaciones de las cámaras de seguridad, imputó por presunto homicidio a Rosario Porto tras la ceremonia de cremación de su hija por las "incongruencias", "ambigüedades" y "versiones contradictorias" que se reflejan en la denuncia efectuada por la desaparición de la menor el sábado 28 de septiembre.

También fue determinante el hecho de que una de las cámaras próximas al domicilio de Rosario Porto en la capital gallega grabase a la madre y a la niña en el interior de un coche a una hora en la que según la versión de la detenida la cría ya habría sido dada por ausente. En el informe elaborado por la policía tras la primera declaración en comisaría de los padres de la menor, Porto declaró que mantenía una "excelente" relación con la niña y que "nunca han tenido (los padres) ningún problema" ella. Fuentes de la investigación han señalado sobre la cuerda encontrada en la pista junto a la niña, que se va a analizar con minuciosidad la composición de la fibra tanto de ésta como de la hallada en la casa familiar de Teo.

El juez podría citarlos para que vuelvan a declarar

El juez encargado del caso de la menor fallecida que apareció en una pista rural de Teo (A Coruña) podría volver a llamar a declarar en las próximas horas a los padres de la niña como "algo esperable a lo largo de la instrucción", después de haber sido enviados a prisión acusados de homicidio, una imputación que podría ser modificada por la de asesinato según los hallazgos que revelen los resultados de toxicología. La madre de Asunta Basterra fue detenida el pasado martes y, tras prestar declaración en la mañana del viernes, el juez decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por un "delito de homicidio, posible asesinato" en función de los resultados toxicológicos. El padre de la niña, detenido el miércoles tras el registro de la vivienda en Montouto, también fue enviado a prisión sin fianza tras declarar ante el juez con los mismos delitos que se le imputan a su exmujer. Ambos se encuentran recluidos en el centro penitenciario de Teixeiro.