La Policía Nacional ha desarticulado, con la detención de treinta personas, una organización criminal compuesta por ciudadanos búlgaros, albaneses y españoles que presuntamente controlaba la prostitución de ciudadanas búlgaras en Puerto Banús (Marbella).

Según informó la Policía, los proxenetas contaban con cuatro viviendas en el propio puerto donde llevaban a sus clientes -principalmente turistas- que eran regentadas por cuatro mujeres encargadas de cobrar por los servicios.

En muchos casos, aprovechando el grado de intoxicación etílica de los hombres o tras suministrarles alguna sustancia, efectuaban cuantiosos cargos fraudulentos con sus tarjetas bancarias en los TPV.

A través de un entramado de empresas blanqueaban los beneficios obtenidos con sus actividades ilícitas, dinero que era devuelto en metálico a los explotadores con la mediación de un ciudadano albanés y de su pareja.

La operación, desarrollada en el marco del Plan Policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual puesto en marcha por la Policía Nacional, se ha saldado con la detención de 30 personas y con 27 registros domiciliaros en los que se intervinieron 30 gramos de cocaína, 10 TPV, 62.096 euros, 1.960 libras esterlinas, 152 dólares americanos y cantidades menores de otras divisas.

La investigación se inició en septiembre de 2012, una vez que los investigadores constataron el aumento de la prostitución callejera en el lujoso puerto deportivo de Puerto Banús.

Los investigadores observaron cómo diariamente, al menos dos furgonetas llegaban a este lugar cargadas con mujeres que, a excepción de la conductora, se bajaban del vehículo para ejercer la prostitución durante toda la noche en las calles de Puerto Banús.

Una vez que contactaban con sus clientes en plena calle o en los diferentes pubs de esta zona, se desplazaban a una serie de viviendas ubicadas muy próximas con el fin de consumar el servicio sexual.

Al final de la noche eran recogidas en las inmediaciones de Puerto Banús y trasladadas a la localidad de Torremolinos, donde vivían con sus explotadores.

A la vista de los importantes beneficios económicos que generaban tanto la prostitución como los fraudes obtenidos con las tarjetas bancarias, se inició un estudio minucioso de las empresas asociadas a los datáfonos, comprobando la existencia de un complejo entramado financiero constituido por varias mercantiles dirigidas por ciudadanos españoles.

las claves

La operación se saldó con la detención de 30 personas y con 27 registros domiciliarios en los que se intervino 30 gramos de cocaína, 10 TPV así como dinero de diferentes países. La organización criminal estaba compuesta por ciudadanos búlgaros, albaneses y españoles que controlaban la prostitución de ciudadanas búlgaras.