Investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizaron una operación en la que lograron desmantelar una organización dedicada al contrabando internacional de tabaco y arrestaron a un total de 13 personas. Dos de los acusados fueron detenidos en Santa Cruz de Tenerife y estaban relacionados con las tareas de logística de la banda.

La pesquisas de los agentes del Instituto Armado permitieron descubrir que un par de supuestos miembros de la organización actuaban en Tenerife y su misión consistía en la introducción de contenedores en diversos puertos con la citada mercancía.

Ambos individuos aprovechaban sus conocimientos en dicha materia para facilitar las actuaciones ilícitas del grupo desmantelado, según fuentes cercanas a la investigación.

La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado conjuntamente entre España, Portugal y Bélgica, y de las 13 personas arrestadas, 10 son de nacionalidad española, una de nacionalidad británica, una irlandesa y una belga.

La organización, que estaba dirigida por un ciudadano irlandés y otro inglés, ambos residentes en Marbella (Málaga), estaba dotaba de estructuras operativas en Oriente Próximo, África y Europa, y tenía capacidad para introducir mensualmente en Europa diez contenedores con millones de cajetillas de tabaco, por lo que obtenían 1,1 millones de euros por cada contenedor.

La Guardia Civil, en el marco de la operación Cumpai, como se ha denominado, realizó nueve registros, en los que intervino 2.668.250 cajetillas de tabaco en Sevilla, Cádiz, Valencia, Francia y Portugal.

Los agentes requisaron 50.000 euros en efectivo, además de bloquear una gran cantidad de cuentas bancarias y propiedades inmobiliarias.

La red, para ocultar la activad ilícita que realizaba, había creado una entramado empresarial compuesto por empresas fantasma, que realizaban transacciones comerciales y declaraciones fiscales falsas.

Además, con el fin de eludir posibles alertas por la venta ilícita de marcas reconocibles, el tabaco que comercializaban, que no era falsificado, correspondía a marcas menos conocidas.

Desde Asia a Europa, tras pasar por África

Dentro de la organización de contrabando de tabaco desmantelada, varios ciudadanos españoles eran los encargados de la interlocución con los proveedores asiáticos y de transportar la mercancía a distintos puertos de la Unión Europea. Además, un ciudadano de nacionalidad jordana se encargaba de facilitar la documentación que daba cobertura al tabaco de contrabando que se exportaba desde Jordania a España. El tabaco se producía en países asiáticos y se introducía en Europa a través de algunos estados africanos y otros países de la periferia oriental de Europa, según los datos conocidos ayer. La operación, desarrollada en Cádiz, Málaga, Córdoba, Sevilla, Valencia, Santa Cruz de Tenerife y Portugal, Francia y Bélgica, fue realizada por el Grupo de Delitos Económicos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en colaboración con investigadores de los cuerpos de seguridad de Portugal, Francia y Bélgica.

las claves

La organización tenía estructuras operativas en Oriente Próximo, África y Europa. Cada mes introducían 10 contenedores en Europa con millones de cajetillas. La banda estaba dirigida por un irlandés y un británico que residían en Marbella. Los beneficios de cada contenedor superaban el millón de euros.