Un hombre que asesinó a un bebé en el noreste de China el pasado marzo, al descubrirlo en el asiento trasero del auto que acababa de robar, fue condenado a muerte por los tribunales chinos, lo que pone punto final a un caso que conmocionó en su día al país asiático, informó hoy la prensa oficial.

El homicida, Zhou Xijun, de 48 años, también fue sentenciado a cinco años de prisión por el robo del auto, y obligado a pagar 17.000 yuanes (2.700 dólares, 2.100 euros) a la familia del bebé asesinado, que se llamaba Xu Haibo, según sentencia del Tribunal Intermedio de Chancghun de la que se hace eco la agencia Xinhua.

El 4 de marzo, Zhou robó un todoterreno aparcado en la cuneta de una carretera en Changchun, capital de la provincia de Jilin, fronteriza a Corea del Norte, sin percatarse de que dentro del vehículo había un bebé, dejado allí por su padre mientras hacía unas gestiones en una tienda cercana en la que trabajaba.

En plena huida Zhou descubrió al niño por sus lloros, y lo estranguló para después enterrarlo en la nieve, mientras la policía de Changchun lanzaba una intensa búsqueda del bebé desaparecido que despertó la solidaridad de muchos ciudadanos chinos.

Millones de internautas en el país intentaron colaborar con la búsqueda publicando en las redes sociales posible información de testigos sobre la identidad del ladrón, y por la noche se celebró en Changchun una vigilia en recuerdo del bebé.

Un día después, el delincuente se entregó a las autoridades y confesó el asesinato.

El suceso fue muy comentado en el país, especialmente en las redes sociales chinas, donde no sólo hubo innumerables condenas al crimen, sino también a la actitud del padre, por dejar solo a su hijo en un auto con las puertas cerradas sin seguro y las llaves puestas en el vehículo.

Hubo en la red china un debate sobre si en sucesos como éstos los padres deben afrontar posibles responsabilidades penales por no atender a sus hijos.

El padre, en su defensa, señaló que dejó el automóvil en marcha para que la calefacción del interior permaneciera encendida y el niño no pasara frío, en una ciudad, Changchun, que sufre inviernos de hasta 30 grados bajo cero.