Las tres secuestradas en una casa de Cleveland durante diez años pudieron reunirse con unas familias que nunca perdieron la esperanza de encontrarlas vivas, mientras el vecindario se cuestiona cómo el lado oculto de los hermanos Castro, sus presuntos captores, pasó inadvertido tanto tiempo.

"Estas tres chicas han mostrado la última definición de supervivencia y perseverancia. Ahora comienza el proceso de cura", dijo el agente especial del FBI encargado del caso, Stephen Anthony.

Investigadores interrogaron ayer a tres hermanos por su relación con tres desapariciones diferentes ocurridas entre 11 y 9 años atrás en Cleveland (Ohio). Las autoridades intentan determinar cómo los vecinos no sospecharon nada y los secuestros de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight pasaron inadvertidos.

En un descuido de sus captores, Amanda Berry, desaparecida en el año 2003, un día antes de su decimoséptimo cumpleaños, logró pedir auxilio y Charles Ramsey, que comía en un restaurante cercano, escuchó los gritos y ayudó a romper la puerta de la casa. Ramsey, que dijo que hasta ese día pensó que Berry estaba muerta, le permitió llamar a la policía para denunciar con la voz entrecortada: "He estado desaparecida diez años. Estoy aquí, ahora soy libre". Berry dijo a sus rescatadores que en la casa había más personas recluidas contra su voluntad: Gina DeJesus, desaparecida en el año 2004 con 14 años, y Michelle Knight, cuyo rastro se perdió en el año 2002, cuando tenía 20. La policía confirmó que en la casa vivía una niña de 6 años, hija de Berry.