Miembros de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife se vieron envueltos el pasado martes en una reyerta multitudinaria cuando acudieron a la llamada de auxilio de una mujer de 27 años que había sido agredida por su expareja en el barrio de Añaza. Los agentes preservaron la integridad de la víctima, a pesar de que un grupo de familiares del presunto agresor los agredió y les lanzó objetos para evitar la detención del individuo, que fue plenamente identificado.

El primer aviso que recibieron los agentes se originó por el quebrantamiento de la orden judicial de alejamiento que existe para que el supuesto agresor, A.D.G.D., no se acerque a la víctima. Según los testimonios recabados por los funcionarios, el individuo no puede estar a menos de 500 metros de la mujer, pero anteayer golpeó a la joven varias veces y lanzó piedras contra su fachada.

Tras atender a la mujer, los agentes fueron a apresar al supuesto maltratador, que estaba en las inmediaciones del lugar profiriendo todo tipo de amenazas e insultos contra la afectada. Después huyó y se escondió en una parcela, por lo que no pudo ser localizado.

Poco después, un cristal de grandes dimensiones cayó junto a los agentes, aunque no les provocó lesiones. Al evacuar a la víctima, los policías hallaron la oposición de los familiares del sospechoso, que amenazaron de muerte a la mujer, tiraron del pelo a una agente, le arrebataron la emisora portátil y golpearon a los funcionarios, a la vez que pedían apoyos a otros vecinos para luchar contra los policías. Los agresores fueron identificados y el caso fue puesto en conocimiento del Juzgado de Guardia.