El joven acusado de cortarle el cuello a otro durante las Fiestas del Cristo en 2010, M.J., fue señalado como autor de estos hechos por varias personas que se encontraban en el lugar en el momento de la agresión, según declararon ayer algunos agentes de la Policía Nacional en la segunda y última sesión del juicio.

Los funcionarios públicos relataron que, mientras ejercían labores de seguridad con motivo de la festividad, fueron reclamados para intervenir en una reyerta en la participaban varios jóvenes de origen magrebí y canario.

Al llegar al lugar, se encontraron con dos jóvenes, uno de los cuales presentaba una herida en el cuello de la que brotaba mucha sangre, por lo que fue trasladado por algunos agentes al puesto de la Cruz Roja para ser atendido. El resto de los funcionarios continuaron hacia la zona de la trifulca, y, al llegar, varias jóvenes señalaron al acusado como la persona que cometió la agresión.

Según relataron, el procesado, al percatarse de la presencia policial, emprendió la huida, pero fue capturado por algunos agentes, quienes explicaron que vieron cómo tiraba algo antes de salir corriendo. Los funcionarios explicaron que en las cercanías encontraron una botella rota con sangre.

Además, indicaron que cuando detuvieron al acusado este iba sin camisa, y, al ser detenido, se percataron de que tenía mucha sangre en el dorso.

Esta versión de que M.J. no llevaba puesta ninguna camisa fue corroborada por el amigo de la víctima, quien explicó que el agredido se alejó a buscar "un cigarro". Al poco de irse, este testigo escuchó un golpe "como de cristales rotos", y cuando miró vio a la víctima en medio de la pelea herido en el cuello. En ese momento, afirmó que vio a un joven de origen magrebí con camisa blanca y vaqueros al lado de la víctima, y que este luego se marchó corriendo del lugar.

El joven fue hasta su amigo, le tapó la herida y lo acompañó hasta el puesto de la Cruz Roja.

Por su parte, los peritos que realizaron los análisis de ADN de la camisa que presuntamente llevaba el procesado esa noche, concluyeron que algunas de las manchas de sangre que había en ella pertenecían al joven que recibió el corte en el cuello, mientras otras no pudieron ser identificadas.

Sobre esta camisa se manifestó el acusado, quien afirmó que no era suya y que nunca antes la había visto. Cabe señalar que esta prenda, fue encontrado en el lugar de la trifulca por los agentes.

También declaró la perito forense que atendió a la víctima, quien explicó que el corte que presentaba en el cuello, de no haber sido taponado e intervenido quirúrgicamente, le hubiera producido la muerte a la víctima, y que la herida era compatible con una botella rota.

Cabe recordar que el M.J. también está acusado de cometer dos delitos de lesiones hacia otros dos jóvenes durante el desarrollo de la multitudinaria trifulca, que tuvo lugar en la noche del 18 al 19 de septiembre de 2010 durante la celebración de las Fiestas del Cristo de La Laguna.

Tras estas declaraciones, y en el momento de conclusiones definitivas, la Fiscalía cambió su petición inicial (3 años) y solicitó una pena de 4 cuatro años de internamiento en régimen cerrado. Por su parte, la acusación particular se adhirió a esta petición e incluyó que el acusado cumpliera esta pena en un centro penitenciario, pues el acusado ya es mayor de edad.

La defensa pidió la libre absolución para su representado.