Un segundo acusado por la violación, el empalamiento y muerte de una humilde mujer en Bogotá se entregó ayer a las autoridades, según informó el subdirector de la Policía, general José Roberto León Riaño. El oficial identificó al buscado por la policía como Esmir Mauricio Rojas Ariza, quien se entregó a la Fiscalía en Bogotá "ante la presión y el llamado" de las autoridades que investigan el asesinato de Rosa Elvira Cely.

Las autoridades determinaron que Rojas Ariza estuvo en el mismo sitio de baile en el que estuvo la mujer antes de la brutal agresión. El viernes pasado el presunto autor del crimen que conmociona a Colombia, identificado como Javier Velasco, un electricista de 44 años, fue detenido y trasladado el sábado a la cárcel La Modelo de Bogotá. Velasco y Rojas Ariza eran compañeros de Cely en el colegio nocturno en el que cursaban los estudios de secundaria. Elvira Cely, de 35 años, trabajaba en un pequeño puesto de venta callejera de dulces por el día y estudiaba secundaria por la noche. Era madre de una menor de 14 años y en la madrugada del 24 de mayo pasado, cuando era agredida sexualmente en un parque bogotano, tuvo tiempo de llamar por su teléfono celular a una línea de emergencia para informar que era violada y torturada. La Policía y los bomberos la hallaron semidesnuda, acurrucada, tiritando de frío, con heridas de arma blanca y empalada, según el reporte oficial.

La mujer fue trasladada a un centro médico del sur de la ciudad y alcanzó a señalar a las autoridades los nombres de sus agresores.

En el hospital Cely sufrió un paro cardiaco recién fue internada y cuatro días después falleció por una infección generalizada. Rojas se entregó el mismo día en que miles de colombianos se manifestaron indignados en el Parque Nacional, centro de Bogotá, para protestar y rechazar la violación, el empalamiento y el asesinato.