Un total de 21 supuestos miembros de una banda dedicada al narcotráfico han sido detenidos y 2.815 kilos de hachís incautados en una operación que ha revelado que los jefes de la red se guiaban por expertos en rituales de santería.

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, en la operación "Garnacha" otras ocho personas han sido imputadas por su pertenencia a la organización, que llevaba el hachís de Marruecos a la costa andaluza y lo trasladaba en camiones y turismos de gran tonelaje para distribuirlo en Europa.

Los máximos responsables de la banda eran fervientes creyentes de los rituales de santería tradicional marroquí y tenían varios brujos de confianza que les orientaban sobre la idoneidad de llevar los alijos a determinados puntos de la costa o sobre las personas que lo debían hacer.

Si la operación era desaconsejada, la abortaban aunque les costara importantes pérdidas económicas, incluso minutos antes del traslado del alijo, y cuando esto sucedía los jefes de la red se sometían a los brujos para que les practicasen un ritual que les quitase la mala suerte, según la Guardia Civil.

La investigación se inició a mediados de 2011 y se comprobó que la red estaba formada por varios grupos sin conexión entre ellos para poder seguir con su actividad si alguno era descubierto, supuesto en el que los dirigentes de la banda se hacían cargo de la protección económica de los familiares de los detenidos.

Una vez que la droga llegaba a España, era escondida en lugares denominados "guarderías", donde se custodiaba hasta ser trasladada para su venta en otros países.

Los detenidos disponían de un laboratorio en un barrio de Málaga en el que obtenían estupefacientes derivados del cannabis.

En la operación se han practicado tres registros en el Ejido (Almería) y uno en Málaga, en los que se han intervenido, además de 2.815 kilos de hachís, 163 de marihuana, 3.600 euros en efectivo, 17 vehículos, dos armas cortas, un laboratorio para elaborar hachís, dos cabezas tractoras, un camión remolque, seis semirremolques, una embarcación recreativa y dos neumáticas.

Además, los agentes se han incautado de dos motos de agua, dos motores de embarcaciones neumáticas y 32 teléfonos móviles, que junto con todo lo anterior tendría un valor demás de seis millones de euros.