La Audiencia de Cantabria ha condenado a 17 meses de cárcel a un individuo que pegó e insultó a su madre y la amenazó diciéndole que se las iba "a pagar" y que le iba a dar una paliza.

Según se recoge en la sentencia, los hechos ocurrieron el pasado 12 de enero, cuando el acusado, Santiago P.A., de 32 años, golpeó en la boca a su madre, con quien convive.

A consecuencia de este golpe la mujer sangró y sufrió una contusión en el pabellón auricular izquierdo.

Los agentes de la Guardia Civil acudieron al domicilio familiar, donde habían ocurrido los hechos después de que la mujer los llamara, y, en su presencia, el acusado la insultó y la amenazó con frases como "tú a mí esta me la pagas" o "te pego una paliza y te mato".

Cuando los agentes iban a detenerlo, este hombre se opuso y dio un manotazo en el brazo a uno de ellos al tiempo que seguía amenazando a su madre, diciendo "ahora sí que me las vas a pagar" y "en cuando salga a la calle te mato".

El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander condenó a este individuo por delitos de violencia doméstica, en las modalidades de malos tratos y de amenazas, y por resistencia a agentes de la autoridad.

Por los delitos de violencia doméstica a Santiago P.A. le condenaron a nueve y ocho meses de prisión, respectivamente, mientras que por resistencia a los agentes le impusieron siete meses más.

Además, el juez le impuso alejamiento de su madre, a la que no puede acercarse a menos de 300 metros durante cuatro años.

También se le condenó por una falta de injurias a cumplir seis días de localización permanente y, de nuevo, a no acercarse a menos de 300 metros de su madre durante seis meses más.

La defensa del procesado recurrió este fallo del Juzgado y alegó que se había valorado mal la prueba porque esta persona no agredió a su madre, que había habido ofuscación y que el incidente con los agentes no llegó a ser delito, sino que fue falta.

La Audiencia sólo le da la razón en parte en este último argumento y subraya que esta condena del juez por un delito de resistencia superó lo que había pedido la Fiscalía, que no requirió siete meses de cárcel -que es lo que se recoge en la sentencia-, sino seis.