La Audiencia de Sevilla juzga el lunes a dos jóvenes dedicados a la prostitución homosexual para quienes el fiscal pide 18 años de cárcel por robar y asesinar a un sacerdote sevillano, de 65 años, cuando la víctima decidió echarlos de su casa, aunque no ha podido ser citado el principal testigo.

Los acusados C.M.D. y J.M.L.D., entonces de 18 y 19 años, están acusados de haber dado muerte el 6 de octubre de 2010 al sacerdote E.M.L., de 65 años, en su domicilio de la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla cuando la víctima decidió echarlos de su casa tras una discusión por motivos sexuales.

Los dos procesados serán juzgados en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, donde la Fiscalía pedirá para cada uno 17 años de cárcel por un delito de asesinato y uno por otro de robo.

La muerte del religioso fue atribuida por los servicios de emergencia sanitarios a causas naturales y el cuerpo fue incinerado, aunque el 16 de octubre ingresaron en prisión los dos jóvenes dedicados a la prostitución homosexual.

Los imputados relataron el crimen a un amigo residente en Guadalajara, que fue quien denunció los hechos a la Policía aunque, por segunda ocasión, está en paradero desconocido y no ha podido ser citado al igual que sucedió en febrero pasado con la primera convocatoria del juicio.

Los acusados reconocieron en un primer momento ante la Policía que mataron al cura asfixiándole con un cojín debido a que uno de ellos se había negado a mantener relaciones sexuales.

El sacerdote había contactado con los jóvenes, que son naturales de un pueblo de Huelva, por Internet y los había acogido en su casa unos días.

Pese a su primera confesión, el pasado 31 de enero los imputados comparecieron de nuevo ante el juez, negaron haber matado al religioso y afirmaron que falleció por causas naturales mientras mantenía relaciones sexuales.

Según su nueva versión, al ver que el sacerdote estaba inmóvil se asustaron y abandonaron la vivienda.

La Fiscalía les imputa otro delito de robo pues se apoderaron de dinero en efectivo, un ordenador portátil, una cámara de fotos y otros objetos, algunos de los cuales fueron encontrados por la policía en poder de los acusados.

El cuerpo fue descubierto por un conocido, que se extrañó de su ausencia en la misa que debía celebrar a la mañana del día siguiente.

Desde su detención el 14 de octubre de 2010, los dos acusados cumplen prisión incondicional sin fianza debido a la gravedad de los delitos y el riesgo de fuga.