La Guardia Civil de Granadilla detuvo a un hombre como supuesto autor de varias alertas falsas al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) para comunicar que había matado a una persona con un cuchillo.

El "alertante" manifestó que había cometido dicha agresión después de que le robaran. Además, amenazó con buscar y atacar al cómplice de la sustracción.

La sala del 112 consiguió localizarlo y activar a la Guardia Civil, cuyos agentes lo identificaron y denunciaron, tras comprobar que la situación descrita era falsa. Una de las mencionadas llamadas fue hecha desde una cabina de Las Chafiras, en San Miguel de Abona, y otra desde San Isidro, en Granadilla. Y desde que hizo avisó por segunda vez desde otro lugar, las fuerzas de seguridad eran conscientes de que se trataba de una falsa alarma. Las personas que realizan llamadas al 112 para informar de incidentes falsos pueden ser denunciadas por los cuerpos de seguridad, ya que estas alertas movilizan recursos innecesariamente, lo que puede demorar la asistencia en un suceso real y, además, puede poner en peligro a veces la integridad física de los efectivos que intervienen.

En los últimos meses, varias personas fueron denunciadas en diferentes lugares de las islas por tal hecho. Su rápida localización fue posible porque en el 112 se identifica el número de teléfono de los alertantes y se registra la dirección aproximada o exacta desde donde se produce. Otro caso reciente ocurrió en La Matanza. Durante días, un grupo de individuos efectuó alertas falsas para informar de robos. Tras la identificación de los autores, la Policía Local comprobó que los incidentes no eran reales y procedió a su imputación. Desde la puesta en marcha del 112 en Canarias, el Cecoes ha apostado por inculcar a la población una "cultura de emergencias", que ha permitido que en el Archipiélago exista uno de los menores índices de falsas alertas de toda Europa, que no supera el 0,67 por ciento del total de las llamadas.