La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife dictó un auto en el que ratifica la sentencia del Juzgado de Instrucción Número Dos de Los Llanos de Aridane, en la que se decidió el sobreseimiento provisional y el archivo de las diligencias por el denominado caso Seprona, por el que un miembro de dicho servicio de la Guardia Civil denunció a diversos mandos y superiores por un asunto de revelación de secretos, corrupción urbanística y facilitarle información privilegiada a un empresario constructor de dicha zona de La Palma.

El recurso de reforma y subsidiario de apelación fue presentado por el denunciante. Sin embargo, la Administración de Justicia ha echado por tierra las críticas que, durante años, han padecido mandos del Instituto Armado, tanto en Los Llanos de Aridane como en la Comandancia Provincial de Santa Cruz de Tenerife en diferentes medios de comunicación.

En los razonamientos jurídicos, el auto afirma que "comparte este Tribunal la conclusión a la que llega la juez de La Palma, por cuanto de lo instruido en este periodo de tres años, en el que se ha incorporado a las actuaciones no solo una extensa prueba documental, sino también diligencias de carácter personal, solo se puede concluir que existe una profunda y antigua enemistad entre el denunciante y los denunciados, con cruce de acusaciones, todas ellas relacionadas con su actividad personal, quejas en diversos organismos (todas ellas archivadas) y un intento de reconducir a la vía penal este enfrentamiento cuando no se obtiene la respuesta apetecida en la vía administrativa".

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial afirma que la jueza de Los Llanos que llevó el asunto demostró "un conocimiento exhaustivo del asunto y, ante la ausencia de cualquier otra diligencia de prueba que entendamos pueda practicarse (no siendo eficaz las señaladas por el apelante) y que corrobore lo argumentado en el escrito de denuncia, no resulta debidamente justificada la autoría respecto de los delitos denunciados". Y dicho criterio también lo comparte el Ministerio Fiscal.

Las informaciones más graves publicadas sobre este asunto en diversos medios de comunicación fueron divulgadas entre la primera semana de julio y mediados de octubre de 2010.

Hasta tal punto llegó la situación que la Guardia Civil abrió un proceso de investigación interna para aclarar lo ocurrido sobre el caso Seprona. Sin embargo, en aquella ocasión solo se llegó a la conclusión de que todo partió de una enemistad manifiesta entre un agente del Seprona y sus superiores.

El auto solo se podrá recurrir ante el Tribunal Constitucional.