Cuatro encapuchados protagonizaron en la madrugada de ayer un atraco violento en una casa de Valle de Guerra, en La Laguna, cuando los moradores estaban en el interior. Los delincuentes usaron cuchillos para intimidar al propietario de la casa, de 76 años, y a una mujer de poco más de 50 años que cuida a la esposa del anterior. Los autores consiguieron llevarse unos 7.000 euros en joyas, así como unos 600 euros en efectivo, así como otros objetos.

El suceso es muy similar a otro cometido hace 10 días en un chalé de Bajamar. El robo con intimidación ocurrió alrededor de la 1:00 horas en la calle Cantillo, cerca del terrero de lucha. Para llegar al domicilio del empresario afectado, los ladrones entraron por una finca de flores y treparon por un muro con alambres espinados.

Tras llegar a un balcón, los delincuentes forzaron un ventanal y llegaron a una habitación. La dueña de la casa está incapacitada, pues sufrió un infarto cerebral hace seis años. La primera persona a la que abordaron los ladrones fue a una mujer cubana que cuida de la anterior. Tras quitarle dinero y documentación de una cartera, los atracadores le preguntaron que "¿dónde estaba el viejo?". Y, tras localizar al citado empresario, que posee bares en Tejina, los delincuentes lo obligaron a que les abriera una caja fuerte. Entre otras cosas, los jóvenes se apoderaron de un botín compuesto por un reloj, cuatro anillos, dos pulseras, dos cadenas, así como una colección de monedas. Según un familiar de las víctimas, el valor de dichos efectos asciende, como mínimo, a unos 7.000 euros. Tras bajar a una terraza, también intentaron acceder a la casa que está en la planta baja, pero su dueño los ahuyentó. Tras tirar al suelo a la cuidadora y al hombre de 76 años, los delincuentes amenazaron al hombre con cortarle una oreja y a la mujer, un dedo, si no les decían dónde había más dinero. Al igual que en Bajamar, dijeron que eran marroquíes, pero su acento es canario. Los ladrones tienen entre 1,70 y 1,80 de altura y son delgados. Tres llevaban capuchas y uno, careta. Todos tenían guantes.