Tres personas fallecieron ayer asfixiadas, entre ellas una mujer de 84 años y su hijo de 57, a consecuencia de los incendios registrados en las viviendas de dos municipios extremeños por causas que aún se desconocen.

El suceso más grave ocurrió en la localidad cacereña de Mohedas de Granadilla sobre las 3:30 horas, en la primera planta de una casa de tres alturas situada en el número 3 de la Calle Madroño.

Los fallecidos son Feliciana Sánchez Muela y Alfonso Batuecas Sánchez, que vivía con su madre desde que accedió a la prejubilación hace cinco años.

Una hija de la anciana, Melania, explicó ayer que el incendio comenzó en la habitación de su hermano y que de ahí pasó a la de su madre.

Su hermano se despertó a consecuencia de las llamas y acudió a la habitación de la madre, donde ambos han muerto asfixiados.

La alerta del fuego la dio la vecina de una casa de enfrente, según la hija, que desconoce cómo se ha producido el incendio.

Los sanitarios del 1-1-2 intentaron reanimar a la anciana durante una hora, sin resultado.

Los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados al Anatómico Forense de Cáceres para practicarles la autopsia.

El efecto del fuego es visible en las tres plantas de la casa de la anciana, que tiene nueve hijos, ocho de los cuales viven en Mohedas y otro en Ibiza.

El ayuntamiento celebrará hoy un pleno extraordinario para decretar un día de luto.

El alcalde, Isidro Arrojo, declaró ayer que la noticia ha causado un "hondo pesar" en todo el municipio, ya que la tragedia ha golpeado a una familia "muy amplia, por lo que, de una u otra forma, todos los vecinos tenían alguna relación" con ellos.

Unas horas antes, a las 00:37, un hombre de 74 años falleció en el incendio de una casa de planta baja situada en el número 24 de la Ronda Norte de Barbaño, una entidad local menor dependiente de Montijo (Badajoz).

Una vecina del fallecido explicó que el hombre, al que le gustaba el fútbol, anoche no vio el partido Betis-Real Madrid que retransmitían por televisión y se acostó pronto, según confirmó su esposa.

La mujer, de 62 años, que está en una silla de ruedas, vio que salía humo de la habitación donde estaba su marido y los gritos alertaron a los vecinos.

Aunque acudieron con un extintor para sofocar las llamas, no pudieron entrar por el humo.

Finalmente, con la llegada de un hijo suyo, consiguieron sacarla por una puerta "falsa".

Los equipos sanitarios intentaron reanimar al hombre durante 15 minutos sin conseguirlo y su cadáver fue enviado al Instituto de Medicina Legal de Badajoz para practicarle la autopsia.