Un vecino de Añaza encontró ayer por la mañana el cadáver de una persona en un barranco de la zona. Al cuerpo, según explicaron diversas fuentes a este periódico, le faltaba una pierna, que se hallaba junto al resto.

Al parecer, la persona que hizo el hallazgo se encontraba paseando a su perro cuando vio un elemento extraño en el barranco, situado en la parte trasera del instituto de este barrio de Santa Cruz de Tenerife, por lo que alertó a la Policía Local de la capital, una de cuyas patrullas acudió al lugar.

Fueron estos agentes los que descubrieron que se trataba de un cuerpo carbonizado situado encima de una hoguera. Al detectar la gravedad de los hechos la patrulla procedió a acordonar el lugar y tomar testimonio al alertante.

También hablaron con al menos tres vecinos del barrio, algunos de los cuales aseguraron haber percibido un fuerte olor a quemado en el lugar durante la noche del pasado sábado, según las citadas fuentes, que añadieron que el cuerpo se encontraba desmembrado, sin una pierna, que estaba junto al resto. El cadáver, además, estaba atado con vergas.

En las primeras inspecciones oculares que realizaron los policías no fue posible averiguar si se trata de un hombre o una mujer.

Casos similares

Los agentes de la Policía Local fueron los encargados de avisar al Cuerpo Nacional de Policía. Al lugar llegaron agentes de la Policía Científica, que recogieron pistas e indicios que pudieran servir para tratar de resolver el caso.

La investigación se encuentra en estos momentos en manos de la Brigada Provincial de la Policía Judicial.

Aunque no se tiene una idea exacta de cuáles pudieron ser los hechos que llevaron al suceso, las fuentes citadas indicaron que no se descarta ninguna hipótesis, incluida la del ajuste de cuentas, aunque este extremo no se puede precisar, al menos en esta fase de la investigación policial.

Conviene recordar que en otras zonas de la Isla se han producido en el pasado hechos que guardan algunas similitudes con el del cuerpo hallado en Añaza y que, al menos a día de hoy, no han sido resueltos.

Uno de ellos se produjo en febrero del año pasado en un caserío de Arona, en el que se encontró un cuerpo quemado. Al cadáver le habían abierto el abdomen con la intención de extraer droga de su interior, probablemente cocaína.

En San Miguel de Abona, en febrero de 2005, se encontró en un cráter un cuerpo quemado que había sido introducido en una bañera.

Ninguno de estos casos se pudo resolver ni hubo detenciones.