Una combinación de elementos ocurrida de forma conjunta pudo motivar el colapso en la cimbra y el posterior desplome de un viaducto en la A-7 en el que murieron seis trabajadores, según uno de los peritos que ha comparecido hoy en el juicio por este siniestro ocurrido en Almuñécar el 7 de noviembre de 2005.

En un informe elaborado durante tres años, este catedrático de Estructuras Metálicas ha considerado que la caída de la cimbra pudo deberse a "un fallo interno producido por una soldadura deforme, por tornillos que se aflojaron, por la rotura de una cartela o por una combinación de estos casos ocasionadas por un envejecimiento de algunos elementos".

Ha apuntado que el accidente se produjo en un 95 por ciento por la rotura del marco trasero de la estructura metálica, lo que ocasionó la caída de la cimbra, un "elemento fijo" que no tenía que haber fallado, según el perito, que cree que pudo ocurrir simplemente por "agotamiento".

La comisión creada para estudiar las causas del accidente se basó en varias declaraciones, entre ellas las de alguno de los imputados, que evidenciaron tener un amplio conocimiento de lo ocurrido, ha dicho.

Ha descartado como causas del desplome el viento, las estructuras de hormigón, la calidad de los materiales o la desestabilización de la cimbra.

A preguntas del abogado de CCOO, personado como acusación popular junto a UGT, ha reconocido que durante la redacción del informe se barajó por parte de otro técnico la posibilidad de que la caída de la cimbra se hubiera producido por una desestabilización de ésta a consecuencia de fuerzas externas, aunque ha descartado que la grúa que había en la zona hubiera influido en el suceso.

En la sesión de hoy, otro perito apuntó como causa principal el aflojamiento de alguno de los tornillos de la zona o unas soldaduras dañadas.

Ratificaba así la declaración hecha la pasada semana por los otros dos encargados de redactar un informe a petición judicial sobre lo sucedido en el viaducto, que indicaron que no se ha podido establecer una "causa inequívoca de lo sucedido", de ahí que hayan tenido que barajar varias hipótesis tras varios descartes.

Ha considerado que las soldaduras "no cumplían con la tolerancia" establecida en los eurocódigos, pero podían aguantar más del peso que tenían que soportar.

En esta sexta sesión del juicio que se sigue desde el pasado 1 de febrero en el Juzgado de lo Penal 1 de Motril ha habido que hacer un receso de más de una hora debido a un problema informático que ha impedido que se grabaran la totalidad de los testimonios, lo que ha obligado a dos de los comparecientes a repetir sus intervenciones.

El juicio continuará el próximo miércoles con la declaración de cuatro peritos propuestos por la defensa.