Un policía murió y otros dos agentes están desaparecidos, tras intentar salvar a un joven esloveno, que durante la madrugada de ayer se tiró al agua en la playa coruñesa del Orzán y a quien también buscan los servicios de rescate. Un amplio dispositivo de Salvamento rastrea, bajo muy adversas condiciones del mar, con olas de cuatro y cinco metros, las playas de Riazor y Orzán, separadas por un rompeolas, después de que se tuviese conocimiento del suceso. Según las primeras investigaciones facilitadas por el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, y el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, desplazados al lugar, el suceso se produjo cuando un grupo de alumnos con beca Erasmus acudieron a la playa tras una noche de fiesta.

Al parecer, un joven estudiante eslovaco, Tomas Pelicky, nacido en Bratislava en 1988, fue arrastrado por un golpe de mar, pese a que uno de sus amigos trató de ayudarlo. Dos policías nacionales de paisano, que estaban en la zona, Javier López López, de 38 años y vecino de A Coruña, y Rodrigo Maseda, de 35 años y natural de Burela (Lugo), intentaron socorrer al joven, pero también fueron arrastrados por el mar.

Un tercer agente, perteneciente a una patrulla Zeta y uniformado, José Antonio Villamor, de 34 años y natural de Friol (Lugo), se introdujo también en el agua para auxiliar a sus compañeros, aunque fue también engullido. El cadáver de Javier López fue localizado a las 09:00 horas y desembarcado en el muelle de Oza a las 10:00 horas. Ulloa insistió en que los trabajos de búsqueda continúan con la "esperanza" de hallar con vida a alguno de los desaparecidos, aunque reconoció que a medida que pasan las horas lo más probable es que el desenlace termine en "tragedia".

En la búsqueda trabajan cuatro helicópteros y siete barcos con apoyo desde tierra.