La Policía desarticuló un grupo organizado de distribución de estupefacientes que operaba en la provincia de Ciudad Real, y que se saldó con la detención de diez personas y la intervención de 190 kilos de hachís. Según informó ayer la Subdelegación del Gobierno, se trata de la denominada "operación Turbante", en la que participaron investigadores del Cuerpo Nacional de Policía, pertenecientes al Grupo de Estupefacientes de la comisaría provincial de Ciudad Real, en colaboración con agentes de las comisarías locales de Puertollano y Valdepeñas.

El grupo se abastecía de hachís directamente en Marruecos y lo distribuía en la capital de la provincia y en otras localidades como Miguelturra, Almagro, Daimiel y Malagón. Además, actuaban en Madrid y en otras provincias del sur de España, como Sevilla, Málaga, Granada y Cádiz, además de Ceuta. La droga se le incautó a esta organización en un control policial establecido en la Autovía de Andalucía, en Valdepeñas.