La Guardia Civil ha desmantelado una red internacional vinculada con la camorra italiana, que se dedicaba a adquirir enormes cantidades de productos falsificados en China, entre ellos herramientas, maquinaria y textil, que vendían luego en España e Italia. Los más de 60 detenidos habían montado toda una red de vendedores, y mantenían contactos con empresas en China para enviarles los productos que querían falsificar y reproducirlos allí. Un total de 64 personas ha sido detenidas, 62 de ellas italianas.

La red la dirigían desde Nápoles varios miembros de la misma familia vinculados la camorra italiana, que trataba de monopolizar un sector del mercado con técnicas fraudulentas. Para ello, mantenían contactos con 25 empresas de China a las que enviaban el diseño original del objeto que querían falsificar.

A partir de ese objeto legal, los contactos en China de este grupo se dedicaban a falsificar el objeto, y confeccionaban miles similares a los que adherían, para hacer más creíble el fraude, las marcas y los logos originales. Después, esos objetos se enviaban a España en contenedores a través de los puertos de Málaga, Sevilla y Valencia.

En los primeros meses de 2010, el Instituto Armado comenzó las investigaciones, cuando el Grupo de Delincuencia Económica del Instituto Armado tuvo conocimiento de la actividad delictiva de este grupo vinculado a la mafia. La operación se ha saldado con la detención de 64 personas, de las que 62 eran de nacionalidad italiana, una española y una mujer brasileña. A todos se les imputan delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la hacienda pública y contra la propiedad industrial. Los delincuentes introducían a través de los puertos de Sevilla, Valencia y Málaga contenedores con material falsificado procedente de China.

EL MÁXIMO RESPONSABLE

Entre los detenidos destaca el máximo responsable de la organización, Giulano R., su lugarteniente en España Vittorio P. y el contable de la organización. Además, en la misma operación los agentes han identificado a otras 60 personas relacionadas con los hechos investigados, por lo que en la actualidad la Autoridad Judicial tramita órdenes internacionales de detención contra éstas.

Al igual que cualquier otra organización de características mafiosas, la red estaba dirigida desde Nápoles por varios miembros de una misma familia vinculados a la camorra. Al igual que cualquier otra organización de características mafiosas, trataba de monopolizar un sector de mercado, aplicando técnicas fraudulentas.

Para llevar a cabo su actividad la organización adquiría enormes cantidades de productos falsificados en China (herramientas, maquinaria y textil), que eran enviados fundamentalmente a España e Italia, donde parte de ellos eran comercializados y el resto, enviados a Francia, Alemania, EEUU, Brasil, México, Marruecos, Sudáfrica, Finlandia, Canadá, Holanda, Polonia, Hungría, Rumanía y Portugal, a través de ''sucursales'' que la red poseía en dichos países.

En los países de destino de los productos, la banda había formado estructuras de venta que dividían el país en zonas de comercialización. En cada una de esas zonas actuaba un grupo numeroso de personas, normalmente italianas y contratadas por la organización, que recorrían los establecimientos comerciales de todas esas localidades y ofrecían los productos a un precio mucho más bajo que el de mercado. Los productos falsificados no tenían ningún tipo de garantía de calidad, seguridad, funcionamiento, etc.

Además, y para dar una mayor apariencia de legalidad, la red había creado un grupo empresarial compuesto por 20 empresas que tenía la facultad de blanquear sus propios beneficios mediante la transmisión de fondos entre sus distintas sociedades y a través de facturación falsa.

En España, la Guardia Civil ha practicado 12 registros domiciliarios en Málaga, Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, incautándose de un gran volumen de mercancía y documentación en soporte físico e informático relacionado con la investigación.

La información adquirida durante la investigación se trasladó a la Guarda di Finanza de Italia, donde sus agentes registraron 12 inmuebles en Nápoles y Roma y se incautaron igualmente de abundante mercancía falsificada.