Un jurado popular ha declarado hoy culpable al hombre que asfixió a su mujer mientras dormía en su domicilio de El Cuervo (Sevilla), en un veredicto que no ha apreciado la atenuante de trastorno mental alegada por el acusado.

Un jurado integrado por seis mujeres y tres hombres ha tardado apenas unas horas en deliberar sobre el caso y declarar culpable a Juan Manuel C.E., de 55 años, a quien únicamente ha aplicado la atenuante de confesión de los hechos, pues nada más matar a su esposa lo comunicó a la Policía.

Fuentes del caso han informado de que el jurado no ha apreciado ninguna atenuante mental pese a que el acusado, en su declaración del pasado lunes, dijo que no recordaba lo sucedido porque había tomado alcohol y pastillas.

Juan Manuel C.E. ha sido condenado por matar entre las 2 y las 4 horas de la madrugada del 3 de enero de 2010 a su esposa, Josefa R.Z., a la que atacó de forma sorpresiva en la cama.

En su declaración negó que ella estuviese dormida y manifestó que llegó a preguntarle cómo se encontraba, a lo que ella respondió: "mejor".

También dijo que nunca pensó en matar a su esposa, pero sí en "quitarse él mismo de en medio", para lo que llegó a planificar una forma de suicidio que consistía en "ponerse en medio de la carretera y esperar a que pasara un camión".

Juan Manuel afirmó que el día del crimen había consumido siete u ocho pastillas contra la depresión y había bebido algunas copas, por lo que "no estaba en sus cabales".

Negó haber "amenazado, faltado o agredido" antes a su esposa y manifestó que le entregaba toda su pensión de invalidez para que "nunca le faltara nada" porque a ella, dijo, siempre la quiso.

En la causa están personadas como acusación la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la Junta de Andalucía, al igual que en todos los casos de violencia doméstica, que imputaron al acusado haber estrangulado a Josefa R.Z. apretándole el cuello con las manos y obstruyendo los orificios respiratorios.

Las acusaciones pidieron para él 20 años de cárcel, 20.000 euros de indemnización para un hijo de la pareja y 9.000 euros para cada progenitor de la víctima.