El sacerdote chileno Fernando Karadima, acusado de abusos sexuales, está capacitado para afrontar una causa judicial, según resolvieron peritos del Servicio Médico Legal (SML) y confirmaron hoy fuentes judiciales.

La pericia realizada por expertos del organismo estableció que el religioso no se encuentra enajenado de sus facultades mentales, agregaron.

Este examen fue efectuado en el convento situado en la capital chilena en el que Karadima, de 81 años, pasa sus días alejado de su comunidad tras el fallo condenatorio del Vaticano.

A mediados de febrero pasado, el Vaticano declaró culpable de abusos sexuales al sacerdote chileno Fernando Karadima, formador de cinco obispos.

La Congregación para la Doctrina de la Fe concluyó tras una investigación que el religioso era culpable de abuso sexual contra al menos un menor y otros feligreses de una parroquia de Santiago en la que ejerció su ministerio, y, dada su edad, le ordenó "retirarse a una vida de oración y penitencia".

Además, le impuso la prohibición perpetua del ejercicio de cualquier acto del ministerio, en particular de la confesión y de la dirección espiritual de cualquier persona.

Karadima deberá ahora afrontar la causa penal que se le sigue en Chile por los abusos sexuales de que es acusado.

El informe que hizo el SML precisa que el religioso "no es inimputable ante la ley por alguna enajenación mental", y, por el contrario, describe que se encuentra en buenas condiciones de salud para enfrentarse al proceso penal.

La pericia es parte de una de las diligencias solicitadas por la ministra en visita (jueza especial) Jéssica González, quien tramita la denuncia de cuatro feligreses en contra del ex párroco de la Iglesia de El Bosque.

El examen, realizado por dos expertos del SML, tenía el propósito eliminar cualquier duda de que el sacerdote sufriera alguna enfermedad mental acorde a su avanzada edad y que imposibilitara a la jueza seguir con la investigación.

El jueves pasado la jueza González y funcionarios de la Policía allanaron la oficina del abogado defensor de Karadima, Juan Bulnes, donde decomisaron el expediente que contiene la condena dictada por la Santa Sede contra el sacerdote.

Esa medida fue rechazada por Bulnes y también por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quién calificó la confiscación de los documentos de "muy delicada".