Las personas que pidieron la hospitalización urgente de un indigente inválido, que falleció en la calle durante la madrugada del pasado sábado, han denunciado el caso ante la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife para que investigue si pudiera haber indicios de delito en las circunstancias de la muerte.

La denuncia ante la Fiscalía ha sido presentada por el escritor y activista social Eloy Cuadra y por Margarita Rosa Cubas, y el primero ya había denunciado el sábado ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife la situación de Manuel Ramón Hernández, que había fallecido esa madrugada, varias horas antes de presentarse la denuncia.

En la nueva denuncia ante la Fiscalía, que Eloy Cuadra ha remitido a Efe, se pone en conocimiento del citado órgano judicial hechos relacionados con la muerte de Manuel Ramón Hernández que pudieran ser constitutivos de delito y que los denunciantes, dada la urgencia de la situación en la que se encontraba, no pensaron que pudieran tener relevancia.

Afirman que el 15 de abril, mientras los denunciantes intentaban que los servicios sanitarios y las fuerzas de seguridad ayudasen a hospitalizar al indigente, se acercó al lugar un joven que relató que esa mañana Manuel Ramón Hernández había sacado de su cuenta en el banco "1.400 o 1800 euros y que no sabía para qué lo había sacado".

En la denuncia se indica que, tras conocer que Manuel Ramón Hernández apareció muerto tirado en el suelo, "la duda los asalta" puesto que este hombre estaba impedido para moverse "y se hace difícil pensar que muriendo de muerte natural por causa de las muchas dolencias que arrastraba hubiera podido caer al suelo".

"En consecuencia, no es descabellado suponer que alguien supiera del dinero que tenía encima Manuel Ramón e intentara robarle durante la noche, y en el forcejeo cayera al suelo y se golpeara, encontrando así la muerte", se asegura en la denuncia.

Manuel Ramón Hernández fue hallado muerto en la madrugada del 16 de abril en la plaza Príncipe Felipe del Mercado Nuestra Señora de África horas antes de que se pidiese su hospitalización urgente porque el hombre, en silla de ruedas y con una pierna amputada por encima de la rodilla y la otra vendada, tenía además un brazo muy hinchado con síntomas de gangrena.

Entonces se indicó en la denuncia ante el juzgado de instrucción que Manuel Ramón Hernández parecía estar muy débil, con problemas respiratorios, semidesnudo, tapado con una manta, con dos botes de vino a su lado, muy sucio y lleno de moscas, con palomas comiendo a su alrededor, dos cubos grandes de basura a escasos metros de donde se encontraba y que chorreaban aguas sucias por debajo del hombre, que mostraba síntomas evidentes de no tener bien sus facultades mentales.