El regente del club de jazz "El Secadero" de Alhendín (Granada) ha sido condenado a dos años y medio de cárcel por la Audiencia Provincial por la emisión de ruidos por encima de lo permitido causados por su local desde su apertura en 1994 hasta 2008, que provocó diferentes daños y problemas a numerosos vecinos.

La sentencia de la Sección Segunda, a la que hoy ha tenido acceso EFE y contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, condena a José Luis S.R. como autor de un delito contra el medio ambiente y le inhabilita durante dos años y seis meses para el ejercicio de actividades relacionadas con pubs y espectáculos musicales.

El fallo le impone además el pago de una multa de 4.560 euros, que se indemnice a cada uno de los vecinos perjudicados en una cuantía total de 27.000 euros y acuerda la clausura "definitiva" de "El Secadero", que llegó a ser un referente de la música jazz en Andalucía.

En la resolución judicial se declara probado que el procesado abrió el establecimiento en junio de 1994, fecha desde la que se han desarrollado actuaciones en vivo de grupos musicales, principalmente los fines de semana.

Estos espectáculos, que en verano tenían lugar al aire libre, en invierno se hacían dentro del local y a ello se sumaban el resto de días ensayos de numerosos grupos, comenzaban a medianoche y se prolongaban "hasta altas horas de la madrugada".

Además, el pub tenía en funcionamiento equipos de música, con altavoces en el interior y en el patio, que carecían de limitador de sonido, así como cualquier tipo de insonorización.

Según la sentencia, tanto los conciertos como los equipos musicales generaban "un alto ruido", con un nivel "ilícito" que llegaba a las viviendas del entorno, "rebasando el máximo permitido por la normativa aplicable y produciendo en consecuencia una contaminación acústica constante".

Todo ello se repetía noche tras noche y generaba "una posibilidad de grave perjuicio a la salud de los vecinos que vivían en las proximidades", quienes por estos hechos padecieron problemas de insomnio, irritabilidad y afectación en el rendimiento de su trabajo, y que se vieron obligados a cambiar sus hábitos de sueño o las habitaciones de sus viviendas para dormir.