Un grupo de delincuentes atacó hoy a tiros y con granadas un cuartel de la policía del municipio de Guadalupe, en el norte de México, sin causar heridos pero sí daños a tres auto patrullas, que se incendiaron, informó una fuente oficial.

Guadalupe pertenece a la zona metropolitana de Monterrey, donde habitan más de cuatro millones de personas y que registra desde hace un año una "narcoguerra" protagonizada por los cárteles rivales de Los Zetas y Golfo.

En el último año han muerto en Nuevo León, cuya capital es Monterrey, unas 800 personas, entre ellos 80 agentes policiales, en hechos atribuidos a la violencia del narcotráfico.

Este ataque ocurrió horas después de que más de 700 efectivos federales y estatales entraron en una prisión de Monterrey, donde detuvieron a un guardia, trasladaron a 22 reos a otros penales y decomisaron 85 armas punzo cortantes y aparatos de radio comunicación, informó Jorge Domene, portavoz del Consejo de Seguridad del estado de Nuevo León.

Las autoridades no han determinado si el ataque al cuartel policial fue en reacción del crimen organizado a la inspección en el penal de Topo Chico.

Domene agregó que, durante la inspección al penal, los agentes federales detuvieron al guardia Manuel López Cepeda, quien tenía escondidas, en un compartimento secreto de una torre de vigilancia, 85 "puntas" (armas punzantes) y cinco radios de comunicación.

Sobre el traslado de los 22 reos dijo que éstos fueron enviados a cárceles de mayor seguridad.

En los últimos meses, el penal de Topo Chico fue blanco de atentados con artefactos explosivos y al menos cinco celadores y un jefe de guardias han sido asesinados por la delincuencia organizada.