Al menos 19 personas murieron y 22 resultaron heridas, ocho de ellas de extrema gravedad, al chocar un autobús y un camión hoy cerca de Santiago de Chile, informaron fuentes oficiales.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, declaró que ocho de los heridos se encuentran en un estado "hipercrítico" y que "es difícil" que sobrevivan, por lo que la cifra de fallecidos podría aumentar.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, visitó el Hospital de Urgencias de Santiago, al que fueron trasladados algunos de los heridos más graves, y afirmó que habrá una investigación "a fondo" de las causas del accidente, ocurrido en la "Autopista del Sol", que une la capital de Chile con el litoral central.

Piñera también anunció que la fiscalización en el transporte de pasajeros "se va a duplicar" en 2011. "Nuestro Gobierno tiene un compromiso con la vida", afirmó.

El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo que el número de muertos asciende a 18 personas.

Debido a la fuerza del impacto, varias de las víctimas salieron disparadas del autobús y cayeron a terrenos aledaños a la carretera.

El choque ocurrió de madrugada en una recta de la Autopista del Sol a la altura de Melipilla, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital chilena, y aún se desconocen los motivos del accidente.

El autobús atravesó la mediana de la ruta, que está flanqueada por barreras de protección y plagada de árboles, y chocó contra un camión que circulaba en sentido contrario.

Hasta el lugar se desplazaron personal de Bomberos y equipos médicos, así como un helicóptero de Carabineros (policía militarizada) para trasladar a los heridos más graves a distintos centros hospitalarios de Santiago.

A raíz del accidente, el tráfico entre la localidad costera de San Antonio y la capital chilena ha estado interrumpido en ambas direcciones, lo que ha generado una gran congestión de vehículos.

Se desconoce cuántas personas viajaban en el autobús porque por el camino recogía a otros pasajeros.

Carabineros investiga la posibilidad de que el autobús sufriera un fallo técnico o que el chófer se quedara dormido, aunque la empresa propietaria lo descartó al afirmar que en el lugar del accidente hay marcas de frenos.