La Sección Quinta de la Audiencia Provincial tinerfeña ha condenado a María A.P.G. a ocho años de prisión, así como a la prohibición de acercarse a la víctima, durante 12 años y al pago de una indemnización de 4.190 euros por las heridas sufridas al ser considerada autora de un delito de intento de homicidio tras haber asestado al vicepresidente y consejero de Infraestructuras del Cabildo de La Palma, Gerardo Hernández, varios navajazos, uno de los cuales fue de siete centímetros en medio del pecho, en agosto de 2009.

Según la sentencia, el 30 de agosto de 2009 María Angélica P.G. acudió a una calle del barrio de San Sebastián, en Santa Cruz de La Palma, y esperó hasta que llegara Gerardo Hernández. Sobre las 22:30 llegó el político a su casa y se encontró con la acusada al terminar de subir las escaleras de acceso al portal. En ese momento, la inculpada comenzó una discusión con la víctima en el transcurso de la cual le pidió unos pendientes que creía que se podían encontrar en la vivienda de él. Mientras discutían, la mujer sacó del bolso una navaja abierta con una hoja de unos 12 centímetros clavándosela en el tórax, cerca del corazón y causándole una herida de siete centímetros de profundidad.

Ella se seccionó los tendones.- María Angélica P.G. reiteró el ataque sobre el vicepresidente del Cabildo palmero, al tiempo que le decía: "Te mato, cabrón". Los golpes de la navaja le causaron hasta siete cortes en los brazos, pero el político consiguió hacerse con el arma blanca, aunque la mujer la recuperó nuevamente, no sin que se causara lesiones en la mano derecha con sección de los tendones flexores. Dichas lesiones precisaron tratamiento quirúrgico para su curación. Tras hacerse nuevamente con la navaja se dispuso a clavársela otra vez, pero intervino un vecino que acudió a los gritos de auxilio y consiguió apartar a la víctima hacia el interior del portal y desarmar a la acusada, que emprendió la huida. Gerardo Hernández sufrió heridas consistentes en un traumatismo torácico-abdominal causado por arma blanca con herida inciso-contusa de siete centímetros de profundidad, otras siete heridas repartidas entre el brazo y antebrazo. Además sufrió una herida cortante de la hoja del cuchillo en el interior de la mano. Estas lesiones precisaron de tratamiento médico y quirúrgico con ingreso hospitalario llegando a permanecer ingresado en la UCI del hospital de La Palma. Las lesiones de la víctima tardaron en curar 67 días, 17 de ellos hospitalizado.

Navaja en vez de cuchillo.- En el texto legal se recoge que "el encuentro entre la agresora y la víctima fue forzado por la primera. La mujer se ocultó para no ser vista y varios vecinos escucharon los gritos de la víctima". Asimismo, en la sentencia se recoge que hay que tener en cuenta algunas circunstacias relevantes como que la navaja estaba abierta dentro del bolso, lo cual permitió que la primera herida llegara a hundir la hoja en el pecho. Pese a la gravedad de la herida, la víctima pudo repeler el resto de las puñaladas intentando protegerse.

El Tribunal tuvo en cuenta que la procesada "eligió no un cuchillo de cocina, sino una navaja de campo o de caza cuya punta está diseñada para ser clavada". Varios testigos confirmaron que los gritos "desgarradores" de auxilio de la víctima decían: "Ayúdenme, me mata" y que una voz femenina decía: "Te mato, cabrón".

Los peritos declararon que el navajazo en el centro del pecho podía haber alcanzado fácilmente el corazón, los pulmones y vasos principales, causando una gran hemorragia. La agresión fue causada porque la acusada y la víctima habían mantenido tiempo atrás una relación y, ante la negativa del político a seguir con la misma, la acusada lo perseguía, llegando a presentar Gerardo Hernández denuncias contra ella por acosarlo e intimidarlo.