Los catorce detenidos, casi todos de nacionalidad extranjera, en el transcurso de la "operación Reto" de tráfico de drogas, realizada por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) del Cuerpo Nacional de Policía en el Sur de Tenerife desde noviembre de 2005 hasta enero de 2007, aún continúan a la espera de la nueva fecha para la celebración de su juicio.

La vista oral se iba a celebrar el pasado de 24 mayo, pero debido a la ausencia de dos de los letrados de la defensa por enfermedad grave se tuvo que aplazar sin fecha por determinar, pues uno de los acusados se negó a aceptar que otro letrado del mismo bufete le representara.

"He pagado a esta persona y quiero que sólo este abogado me represente", declaró al tribunal, que le informó que si en un plazo establecido su letrado no se recuperaba y él no elegía otro representante, le sería impuesto un letrado de oficio.

Algunos de los detenidos permanecen en prisión desde el momento de su arresto. Según señala el texto de las conclusiones provisionales de la Fiscalía, algunos de los acusados fueron arrestados el 6 de julio de 2006, mientras otros lo fueron el 29 de diciembre del mismo año y el 30 de enero de 2007, respectivamente.

Una persona puede permanecer en prisión preventiva durante dos años, periodo que se puede ampliar durante dos años más, con lo que un supuesto delincuente no podrá permanecer en la cárcel de forma preventiva durante más de cuatro años. Si el juicio de este acusado no se celebrara antes de expirar el plazo máximo, éste tendría que ser puesto en libertad a la espera de que se celebre la vista oral.

Según el escrito, los detenidos están acusados, de forma individual, de un delito contra la salud pública, que en algunos casos posee el matiz de hiperagravado o agravado.

El Ministerio Fiscal solicita, en sus conclusiones provisionales, para los acusados penas que oscilan desde los quince años de prisión hasta los ocho, y multas de entre novecientos mil y sesenta mil euros, según la implicación del detenido en las acciones ilegales.

La Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife incautó durante la "operación Reto" 100.000 pastillas de éxtasis aproximadamente, procedentes de Holanda y Reino Unido. Los agentes también confiscaron 6.993 comprimidos, 120 ampollas y 130 sobres de anabolizantes, entre otras sustancias ilegales.

El cuerpo policial, según señala el documento judicial, también decomisó cantidades cercanas a los 100.000 euros en efectivo y diversos bienes y efectos procedentes del tráfico de drogas, como cuatro vehículos de las marcas Renault, Mercedes y Mini Cooper, varios teléfonos móviles, pesas de precisión, dos motocicletas y dos viviendas ubicadas en la zona sur de la Isla, entre otras propiedades.

La operación

La "operación Reto" estuvo divida en varias fases. En la primera de ellas, los agentes especializados de la Udyco intervinieron 30.000 pastillas de éxtasis y arrestaron a siete personas.

Uno de ellos era el líder operativo de la banda, que fue identificado como Graham B., de nacionalidad británica. Otros acusados son sus compatriotas Andrew I.B., Carl J.D., Neil S., Stephen H., una mujer que está en libertad provisional, así como un ciudadano español.

Gracias a las pesquisas de los mismos investigadores de la Policía Nacional, en Gran Canaria fueron intervenidas otras 56.000 pastillas de éxtasis procedentes de Amsterdam. En esa ocasión, los arrestados fueron identificados como Gary R. y Jason S. Ambos fueron condenados a 13 años de prisión por un juzgado de la provincia de Las Palmas.

De nuevo dentro de la "operación Reto", los funcionarios lograron interceptar un contenedor en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde los miembros de la banda introdujeron un Mini Cooper.

En los asientos delanteros del turismo se hallaron otras 20.000 comprimidos de éxtasis. En esa ocasión fueron apresados Anthony R., que se había hecho con el mando del grupo tras la caída de Graham; así como John F., Jamie S., David P. y el ciudadano croata Marin S.

Con esta actuación, los agentes de la Udyco desarticularon una organización poderosa que, supuestamente, utilizó métodos expeditivos para hacerse un hueco en el mercado de la distribución de drogas en el Sur de Tenerife.

Uno de los miembros de la banda, conocido con el apodo de "Horsey" está detenido en el Reino Unido como presunto autor del disparo con una escopeta de cañones recortados en la cabeza de un hombre que murió. Para escapar de ese crimen, se refugió en Tenerife. En el Sur apuñaló a un traficante marroquí y, al regresar a su país, fue capturado por los agentes británicos.

Otro de los integrantes de la organización también apuñaló a otro "camello" marroquí en una discoteca del centro comercial Starco de Las Américas, según se cuenta en algunos ambientes de la zona. Su objetivo fue eliminar a la competencia en la venta de droga a pequeña escala en el interior del local.

Supuestamente, a tenor de los seguimientos realizados por los agentes, el grupo, plenamente organizado y jerarquizado, también ordenó dar palizas o hacer extorsiones.

Algunas personas cuentan que el poder de la banda era tan sólido que, incluso, desde el Sur de Tenerife movían una parte del negocio de narcotráfico en el Reino Unido.

Respecto al ciudadano de origen croata, se le considera un individuo con formación militar y peligroso.

En una ocasión, el integrante de otro grupo empotró un vehículo contra un bar de Torviscas Bajo en el que estaban reunidos varios componentes de la organización desmantelada por la Udyco, aunque ninguno resultó herido. Ésta es sólo una anécdota de las luchas por el control del mercado de la droga en la zona turística de Adeje y Arona.