Plácido Peña, letrado de Diego Pastrana, el joven de 24 años que fue acusado de violar y maltratar hasta provocarle la muerte a Aitana, la hija de su novia, de tres años de edad, ya ha presentado en el Juzgado de Arona la primera querella "por los delitos de imprudencia profesional grave, falsedad en documento oficial, así como acusación y denuncia falsa" contra el médico que atendió a la niña en el Centro de El Mojón, además de imputar al Servicio Canario de Salud, de la Consejería de Sanidad, como "responsable civil" por el "falso" informe que provocó la detención de su cliente.

El primer delito, tipificado en el artículo 152 del Código Penal, puede ser castigado con la pena de inhabilitación para el ejercicio de la profesión por un período de uno a cuatro años.

El segundo puede ser castigado con penas de prisión de tres a seis años, además de una multa de seis a veinticuatro meses, más la inhabilitación por un tiempo de dos a seis años.

El tercero también acarrera pena de prisión de seis meses a dos años y una multa de doce a veinticuatro meses.

La querella, con fecha del pasado 19 de febrero, relata que el informe médico elaborado por el pediatra de El Mojón detallaba "un desgarro vaginal y anal de la niña", y cuando la pequeña fallece "se acusa a Diego de asesinato", cuando, de acuerdo al resultado de la autopsia, las lesiones procedían de la caída que había sufrido Aitana unos días antes, cuando intentaba subir la escalera de un tobogán, en el parque infantil de Costa del Silencio.

En la citada querella se solicita al juez que cite a declarar a los tres médicos del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC), que recibieron a la pequeña Aitana "con un cuadro grave", después de que el facultativo de El Mojón la derivara allí, tras sus fallidos intentos de rehabilitación.

También solicita que se cite al primer forense que observó a la niña en el HUNSC y que descartó "la violación y los abusos" descritos por el primer médico.

El letrado aporta algunas conclusiones de la autopsia de la menor, con fecha 27 de noviembre de 2009, donde se precisa que se trata de una "muerte violenta, con lesiones compatibles con haberse producido una caída accidental, de una antigüedad de unos seis días".

Asimismo, el informe forense señala que la causa inmediata de la muerte "es una lesión de centros vitales encefálicos, secundarios a edema cerebral masivo". Reafirma que no existen lesiones traumáticas "a nivel genital" y que las lesiones internas "observadas en el abdomen pueden ser compatibles con maniobras repetidas de reanimación".

La autopsia descarta los malos tratos, motivo por el que Diego P. fue detenido por la Guardia Civil y pasó cinco días en las dependencias de la Comisaría de Playa de Las Américas, acusado de "maltratador, violador y, después, de asesino".

Diego fue sometido a una exhibición de "terribles" imágenes de la niña muerta, "que le causaron un fuerte daño, tanto psicológico como psiquiátrico, que lo llevan a una idea autolítica".

Al quedar en libertad, Diego P. intenta suicidarse en dos ocasiones, por lo que la familia lo lleva a Urgencias de Hospiten Sur, desde donde es trasladado a la Unidad de Psiquiatría del HUNSC.

Una vez que el joven se traslada a Madrid continúa en tratamiento con una psicóloga especializada, quien añade que, además, uno de los hechos estresantes para Diego es "la repercusión pública que ha tenido el caso".