La Policía detuvo a 60 personas, entre ellas varios directores de hoteles y presidentes de comunidades de vecinos en diversas provincias, algunos en zonas turísticas de Canarias, por piratear la señal de canales digitales de televisión de pago, con lo que podrían haber defraudado varios millones de euros.

En la operación también fueron sido arrestados, por primera vez en Europa, dos administradores de un portal web, desde donde realizaban "uploading" (subida de contenidos de manera fraudulenta), principalmente de partidos de fútbol, según informó ayer la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

Estos dos detenidos se encargaban de ofrecer a través de internet la señal televisiva de una plataforma digital de pago española y otra árabe, para redistribuirlos con posterioridad vía streaming o redifusión mediante portales web americanos.

Además, los agentes arrestaron a varios administradores mercantiles, comerciantes, presidentes de comunidades de vecinos y propietarios, así como directores de hoteles, la mayoría en zonas turísticas de Andalucía y Canarias.

Gracias al dispositivo policial se ha desmantelado en Sevilla un centro emisor clandestino, situado en el interior de una caseta instalada en la azotea de un edificio, que "teledistribuía" ilícitamente a 1.274 viviendas contenidos emitidos por dos canales de pago. Para ello, utilizaban una red de cable dispuesta por las terrazas y fachadas de los diferentes inmuebles del barrio en el que operaba el centro emisor, cuyos responsables eran dos comerciantes de la zona, que se encargaban de recaudar una cuota mensual, puerta a puerta, a los vecinos a quienes facilitaban dicho servicio.

Tenerife

La investigación descubrió varias redes de cable ubicadas en Tenerife, Málaga, Cádiz, Córdoba y Granada, que distribuían determinados canales y contenidos a sus abonados, sin contar con las preceptivas autorizaciones.

Una de estas redes, cuyo centro emisor se encontraba en la zona sur de Tenerife, emitía de manera fraudulenta para más de 3.000 usuarios, a los que cobraba una elevada cuota mensual, contenidos de diversos canales de pago extranjeros.

También se localizaron varias comunidades de vecinos y establecimientos hoteleros que utilizaban diferentes métodos para "teledistribuir" en todas las viviendas y estancias o habitaciones en el caso de los hoteles, la emisión de las plataformas de televisión de pago.

Para llevar a cabo el fraude, los detenidos contaban con la connivencia de terceras personas residentes en el Reino Unido que les facilitaban la documentación necesaria para los contratos falsos que ofrecían a los usuarios que captaban en territorio nacional.

Una vez habían captado al cliente, procedían a formalizar un contrato con dicha plataforma falseando una serie de datos. Durante la operación se incautaron decenas de miles de contratos fraudulentos, además de los correspondientes albaranes y facturas, que acreditan la actividad ilícita, en los que se demuestra que la defraudación asciende a varios millones de euros. Entre los efectos intervenidos por hay 851 descodificadores, 1.321 tarjetas smart-card y 92 unidades entre moduladores, amplificadores, ordenadores y teléfonos. La investigación estuvo formada por un importante equipo pertenecientes a distintas provinciales españolas.