Miembros de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife detuvieron el pasado domingo a un hombre de 49 años de edad que está acusado de un delito de abusos sexuales a una niña de 11 años e, incluso, de intentar agredirla sexualmente.

La intervención de los agentes se produjo en una zona próxima al Mercado Nuestra Señora de África, concretamente en la calle José Hernández Afonso.

Al parecer, una tía de la pequeña requirió la actuación de la patrulla y aseguró que había localizado al hombre que supuestamente trató de agredir sexualmente a su sobrina.

El arresto del individuo, identificado como A.O.F., se llevó a cabo después de la acusación realizada por la madre de la menor, una mujer de 33 años que hasta ahora era la compañera sentimental del individuo.

La progenitora fue localizada por los funcionarios policiales cuando acompañaba a su hija para que fuera atendida por un médico en el centro de salud de Los Gladiolos. El profesional sanitario que asistió a la víctima corroboró la denuncia efectuada por la madre, así como el estado de nerviosismo y ansiedad que presentaba la niña.

Posteriormente, los agentes locales también acompañaron a la madre a interponer la correspondiente denuncia.

El acusado pasará en las próximas horas a disposición de la autoridad judicial correspondiente, que adoptará las medidas oportunas.

Éste es un nuevo ejemplo de que, como afirman algunos expertos, los autores de abusos y agresiones sexuales a menores de edad son, con mucha frecuencia, personas de su entorno familiar más próximo.

Cabe recordar que el pasado viernes se hizo público un caso de agresión sexual a un menor en el pueblo de Valle Guerra, en el municipio de La Laguna. Por este hecho, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo a la abuela del afectado, de 56 años, y a su compañero sentimental, de 36.

A tenor de los datos ofrecidos por parte de la Comisaría Provincial, el menor no sólo era obligado a realizar numerosas prácticas sexuales, sino también a consumir sustancias estupefacientes en algunas ocasiones.

Al parecer, dicha situación se producía cuando la víctima se quedaba a solas con la pareja en una vivienda de la calle Tomadero.