Transparencia Internacional advierte a España que la ligera mejora obtenida en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), que sitúa al país en la posición 41 entre 180, frente al 42 del año pasado, demuestra que las reformas "no han funcionado" y que el Gobierno no lanzó la esperada estrategia global.

La recién nombrada presidenta de TI-España, Silvina Bacigalupo, y el profesor Manuel Villoria, del comité de dirección de TI-España, han constatado que la regeneración democrática prometida por Pedro Sánchez en la moción de censura "no ha sido efectiva" y, de hecho, no se han adoptado medidas sustanciales en esos siete meses.

"Esperábamos del Gobierno una estrategia global contra la corrupción, de acuerdo a Naciones Unidas, en la que todos los partidos trabajaran en un gran proyecto nacional, pero nada de esto se ha hecho" dijo Villoria.

La presidenta de TI-España ha aprovechó para pedir al Gobierno una "agenda" para luchar contra la corrupción y un plan integral con medidas preventivas porque "focalizar todo en la sanción" y apostar por el Código Penal "es un error" porque "llega tarde y no resuelve el problema".

Mientras, el profesor Manuel Villoria hizo hincapié en la llegada de partidos extremistas y populistas a los parlamentos autonómicos, algo que, a su juicio, "no ayuda a acabar con la corrupción" ya que para eso haría falta "más democracia, no menos y de más calidad". Aunque a nivel internacional, España experimenta esa leve mejoría, en la Unión Europea es el país que más ha caído, siete puntos en seis años (entre 2012 y 2018), ocupando actualmente la posición 20 entre los 28 estados miembros.