Es un problema incipiente y con unas dimensiones todavía desconocidas. Pero está ahí e irá a más. Así lo afirma Marian Dorta, cabeza visible de la Asociación Nacional de Ciberviolencia de Género (Ancivig), una entidad que ayuda a mujeres que sufren este problema y que, indirectamente, trata de que los acosadores sepan que "no lo tienen tan fácil".

Dorta comenta que "no sabemos cuántos casos hay de violencia de género digital", ya que las instituciones no la diferencian en sus estadísticas de la violencia física o psicológica que se produce "cara a cara".

La responsable de Ancivig indica que "para atajar un problema tienes que saber de dónde viene o qué alcance tiene", así como la vía que se utiliza para atacar a las víctimas, como, por ejemplo, las redes sociales o el sistema de mensajería Whatsapp.

En cualquier caso, Marian Dorta señala que se produce "más ciberacoso o violencia de género digital entre los jóvenes y menores de edad, porque utilizan más las redes sociales y las nuevas tecnologías y las dominan mejor".

Las propuestas que defiende Ancivig se plantearon el pasado miércoles en el "Seminario de formación técnica en materia de violencia de género digital; prevención e intervención", que tuvo lugar en el municipio del Puerto de la Cruz.

Esta propuesta formativa estuvo orientada a miembros de las fuerzas de seguridad para conocer aspectos básicos sobre cómo actuar con mujeres que sufren este tipo de situaciones.

Ancivig se crea, precisamente, para dar respuestas a las víctimas, así como para concienciar de este asunto y tratar de prevenirlo de forma adecuada.

Pero también intenta ofrecer medidas de actuación, como, por ejemplo, para detectar a las personas que atacan por medios telemáticos, es decir, Whatsapp, correos electrónicos, redes sociales o llamadas ocultas.

En estos casos resulta fundamental poder realizar un informe técnico y presentarlo ante un juez como una prueba de los hechos denunciados. Marian Dorta señala que la mayoría de las afectadas no tienen un conocimiento exhaustivo de las redes sociales.

Especifica que "muchas mujeres atacadas tienen Facebook porque todo el mundo lo tiene, pero no se leen la política de privacidad". Añade que "tampoco son conscientes de que, desde que subes una imagen, se pierde el control de la misma y cualquiera la puede usar y manipular".

En materia de violencia de género digital, Dorta señala que un primer paso puede ser el momento en que el novio o marido le dice a la mujer: "Déjame ver tu móvil". Según Dorta, "las víctimas no se ven como tales" y añaden comentarios sobre su pareja del tipo de "no es tan malo, solo me quiere proteger".