Con el inicio del nuevo curso escolar, los responsables de algunos institutos españoles han decidido vaciar sus máquinas expendedoras de bollería industrial y alimentos grasos y sustituirlos por otros más saludables como la fruta fresca, el pan integral o los frutos secos no fritos.

Es, por ejemplo, el caso de la Comunidad Valenciana, donde el gobierno regional está elaborando un decreto ley según el cual en los institutos solo podrá haber máquinas expendedoras que ofrezcan alimentos saludables como leche desnatada y semidesnatada, yogures bajos en grasas y sin azúcar añadido, pan integral y fruta fresca, entre otros.

Siguiendo esta corriente saludable, en la mayoría de las comunidades, los institutos españoles han retirado las máquinas expendedoras o éstas ofrecen alimentos que cumplen con los requisitos establecidos por su consejería correspondiente.

Así, la de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias trabaja junto con la Dirección General de Salud Pública en la elaboración de un inventario de aquellos centros educativos que disponen de máquinas expendedoras para comprobar que se está cumpliendo la normativa.

Diferente es el caso del País Vasco, La Rioja, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha o Navarra donde es la dirección del propio centro la que decide el tipo de máquina, así como los productos ofertados.

Y, aunque en las Islas Baleares la existencia de una máquina de vending en el instituto es una decisión conjunta del centro y su consejo escolar, la dirección de Salud Pública de la Consejería de Salud Balear ya ha elaborado un borrador de decreto para prohibir la venta de aquellos productos perjudiciales.

En el caso de Castilla y León, desde la Consejería de Educación aseguran que cumplen "escrupulosamente" con la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición para los comedores escolares.

Destaca el caso de Cantabria donde su Consejería solo tiene registrada la contratación de una máquina expendedora de alimentos, a la que se exigirán los requisitos de la normativa vigente.

Y mientras que Asturias no cuenta con ninguna de estas máquinas en sus centros de secundaria, en Extremadura, se han retirado la mayoría gracias a diversos programas de concienciación.

Por su parte, Murcia prohibió en 2010 la venta de bollería y bebidas azucaradas en todos los centros educativos no universitarios, ya sea en máquinas expendedoras, cantinas o cafeterías.