El proyecto LIGO, que ha permitido la detección directa de las ondulaciones del espacio-tiempo anticipadas hace un siglo por Einstein con su Teoría General de la Relatividad, obtuvo ayer el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por haber dado respuesta a "uno de los desafíos más importantes de la física en toda su historia".

El acta del jurado incide en que con esta distinción se reconoce tanto el talante individual como colectivo de un proyecto investigador que ha permitido "observar colisiones de agujeros negros muy masivos que ocurrieron hace más de mil millones de años". "La detección de ondas gravitacionales abre una nueva ventana para el estudio del universo que permitirá descubrir nuevos fenómenos", destacó el jurado en el acta del fallo.