Las revisiones ginecológicas anuales que incluyan la realización de una citología y una educación sanitaria y sexual adecuadas se convierten en unas herramientas de alta eficacia para hacer frente al cáncer de cuello de útero, ovario y endometrio, según afirmó el oncoginecólogo de Hospital Parque José Antonio Pérez.

Añadió que este tipo de patologías suele estar asociada a veces a malos hábitos, por lo que el control del peso y de la tensión arterial, la práctica regular de ejercicio, el control de la tensión arterial, la eliminación del consumo de alcohol y tabaco, así como una vida sexual saludable y de bajo riesgo pueden reducir la incidencia del cáncer ginecológico.

El especialista de Hospital Parque abordó esta patología en una conferencia que impartió ayer junto a su homólogo Alfonso Quesada, en el marco del ciclo, Unidos contra el cáncer, organizado por el citado centro y la AECC.

José Antonio Pérez señaló que el tumor ginecológico más frecuente en Canarias es el de endometrio, con una incidencia de 16 casos por 100.000 habitantes, seguido por el de cuello uterino, con alrededor de 11 casos por cada 100.000. Unos datos que, explica, superan en ambos casos la media nacional como consecuencia de las propias peculiaridades de la población de las islas.

En este sentido, especificó que el cáncer de endometrio tipo 1 está relacionado con el síndrome metabólico y se asocia con otras patologías como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, aspectos en los que se registra una elevada incidencia en Canarias. Asimismo, añade que el control de estos factores reduce su aparición. Por el contrario, el del tipo 2, está condicionado por factores genéticos.

El cáncer de cuello de útero está determinado por la infección por el virus del papiloma humano, cuya transmisión se realiza a través de las relaciones sexuales.

Pérez puso el acento en que una de las principales armas de prevención en este caso se centra en la vacunación contra esta infección, que se realiza en la población de niños y niñas de 11 a 14 años, ya que, apunta, es la única fórmula para erradicar a los portadores del virus. Otro de los tumores malignos ginecológicos más frecuentes es el de ovarios, con una incidencia en torno a ocho casos por 100.00 habitantes, que es, de todos, el más agresivo.

las claves

El cáncer de cuello de útero afecta a 11 de cada 100.000 habitantes y es el segundo más frecuente en el Archipiélago.

El cáncer de ovario tiene una incidencia de 8 de cada 100.000 habitantes y es el más agresivo de todos los cánceres ginecológicos.

Una de las armas de prevención del cáncer del cuello uterino se centra en la vacunación del virus del papiloma humano (VPH) en niñas de 11 a 14 años.

Estas patologías están asociadas a malos hábitos, en algunas ocasiones, por lo que el control del peso y de la tensión arterial, así como practicar ejercicio regular y eliminar el consumo de tabaco y alcohol, puede reducir su incidencia.