Los científicos identificaron unas 500 proteínas implicadas en diversos tipos de cáncer, pero los fármacos actuales solo actúan contra el 5% de ellas. Por eso buscan alternativas, como estudiar las chaperonas moleculares, una peculiar familia de proteínas que podría dar pie a nuevos medicamentos.

Las moléculas chaperonas pertenecen a la evolución llamada proteínas de choque térmico, que hay en todos los organismos, incluidas bacterias.

Hoy se sabe de ellas que juegan un papel fundamental en el cáncer y que su estudio podría abrir la puerta al desarrollo de nuevos fármacos.