El acoso escolar afecta al 4% del alumnado, según los últimos datos públicos y oficiales de esta lacra social. Sin embargo, se estima que la incidencia real es mayor debido a que si bien el número de denuncias por bullying se ha incrementado en los dos últimos años, la realidad demuestra que existen muchos casos ocultos en el silencio. Este silencio es roto, desgraciadamente, cuando el menor decide quitarse la vida, en los casos más dramáticos, o acudir a sus padres en el mejor de ellos.

Con el objetivo de concienciar a los alumnos, padres y profesorado de las implicaciones emocionales y físicas del sometimiento de un menor al acoso sistemático por parte de sus compañeros, son numerosas las iniciativas que promueven actividades alternativas para profundizar en el conocimiento del mal a fin de extirparlo en el origen.

Este es el caso de la asociación Entrecanes, que ha desarrollado un curso de prevención del acoso escolar mediante la prevención a través de la fórmula de talleres escolares. Pero no unos talleres sin más, ya que cuentan con la presencia de unos invitados muy especiales: perros adiestrados. El curso consta de ocho sesiones repartidas en cuatro talleres en los que se incide en el conocimiento de las emociones y pautas para reconocer y evitar el bullying.

La original propuesta, de momento, se enmarca únicamente a los escolares de primaria a partir del cuarto año, secundaria y bachillerato de Asturias.

El adiestramiento de los canes

Desde las diversas asociaciones e iniciativas que promueven este tipo de terapias alternativas contra el acoso escolar insisten en señalar que todas las razas de perros son adecuadas a este tipo de procesos. El elemento que marca la diferencia entre un animal apto para las terapias a otro que no lo es, lo marca el carácter del animal y cómo gestiona sus propias emociones.

No hay que olvidar que en este tipo de sesiones, los perros se ven sometidos a un foco de estrés. Además de la raza, también influye el adiestramiento al que ha sido sometido el can.

Así, explican, como parte de este adiestramiento incluyen diversas actividades con juguetes para perros a través de los cuales se enseña a los animales conductas por las cuales son recompensados. Esta recompensa no siempre tiene forma de juego, ya que las cajas mensuales para perros de www.perrosbox.com incluyen, además de elementos lúdicos, constan de snacks y otros productos con los que se recompensa al perro como modo de adiestramiento.

Junto a la alimentación y los juguetes, otro de los elementos clave para el adecuado adiestramiento del perro a fin de utilizarlos en terapias alternativas para la prevención del acoso escolar, son los collares para perros. Las correas para perros funcionan en estos centros no como correctivos, o no siempre, sino como sostenedores de órdenes del dueño hacia el perro. Así, existen diversos tipos de collares adecuados para estos entrenamientos, como indican desde www.collares-perros.es.

Lo importante, remarcan desde las asociaciones e iniciativas consultadas, es que los monitores cuenten con la formación necesaria para poder administrar al perro el adiestramiento necesario. Insisten en que gracias a los cursos online para aprender peluquería para perros y las master class de adiestramiento canino disponibles en iniciativas como www.escuelaprocan.es, la actualización de los profesionales tanto en adiestramiento como con la realización de cursos de peluquería canina, les permite estar al día de todas las técnicas para el cuidado del mejor amigo del hombre.

Actividades específicas para la prevención del bullying

Entre las diversas actividades que se enseñan a los canes para la prevención del acoso escolar, destacan aquellas destinadas a la eliminación de conductas no adecuadas y las denominadas como camino de las emociones.

Respecto de la primera, el perro se introduce en cada grupo o equipo de niños con una serie de conductas enlazadas a su arnés. Cada uno de los equipos debe reflexionar sobre cuáles son las conductas que pueden derivar en un caso de bullying y cuáles no.

El can, en este proceso, ejerce de un vehículo amigable a los niños para que estos se relajen y motiven. Diversos estudios y casos de éxito demuestran que la presencia de un perro estimula a los pequeños. Tal es el caso, por ejemplo, de las terapias con niños con enfermedades graves como la leucemia o el cáncer.

La segunda actividad, el camino de las emociones, supone una participación más activa del perro en la terapia. En ella, los diversos equipos del aula deben crear un circuito por el que ha de transitar el perro. El circuito estará compuesto por cada una de las emociones primarias y secundarias que vive un niño que se ve sometido a acoso escolar.

Una vez creado el circuito, el animal lo ejecuta, y como respuesta, los alumnos deben representar cada uno de los hitos de dicho circuito que pasa el animal. Se finaliza la actividad, explican, con una reflexión por parte de los niños sobre cómo se han sentido. En una segunda fase, cada equipo desarrolla las herramientas y técnicas que les pueden ayudar a gestionar cada emoción.

De nuevo, la presencia del animal es la de un vehículo favorecedor de las emociones, el estímulo y la implicación de los receptores de la actividad. Existen evidencias científicas que certifican los beneficios tanto físicos como psicológicos de incluir a animales sociales como los perros en este tipo de actividades. También para abordar la exclusión social de personas con discapacidades, enfermedades motoras o personas de la tercera edad.