El director ejecutivo de la organización internacional líder en el bienestar de los animales de granja, Compassion in World Farming (CIWF), Philip Lymbery, recomienda a España que se aleje de la ganadería industrial, sobre todo de las granjas de pollos y cerdos, y en concreto, insiste en la importancia de detener proyectos como la macrogranja de vacas de Noviercas en Soria porque, a su juicio, este tipo de producción de carne "barata" es "peligrosa" para la salud y el medioambiente.

Con motivo de la presentación en España del libro "La carne que comemos: El verdadero coste de la ganadería industrial", su autor cree que España puede fomentar la agricultura y la ganadería extensiva y mixta, frente a las granjas industriales que son "motivo serio de preocupación" por los "riesgos" que presenta para la alimentación.

Lymbery incide también en la importancia de que los consumidores reduzcan a la mitad su ingesta de carne y eviten la "carne barata", porque los animales hacinados en estas granjas presentan grandes niveles de grasa y bajo contenido en OMEGA3 y es, según afirma, "mala para la salud".

Al mismo tiempo, advierte de que cuando se hacina una gran cantidad de animales en espacios muy pequeños se provoca un aumento de enfermedades, por lo que el ganadero necesitará más cantidades de antibióticos y fármacos que acaban siendo ingeridos por el hombre, y se produce también la aparición de superbacterias y nuevas cepas de virus "mucho más peligrosas". "Muchos riesgos asociados a la producción de estos productos se podrían reducir teniendo los animales en granjas orgánicas en espacios abiertos", afirma.