La muerte de Bimba Bosé ha reavivado en la sociedad el desafío que supone el cáncer, cuya incidencia es cada vez mayor en España, y la reflexión sobre cómo afrontar de la forma más efectiva esta enfermedad, y los expertos coinciden: disfrutar del día a día del proyecto vital en la medida de lo posible.

La supervivencia de los pacientes con tumores ha aumentado en los últimos años debido a las actividades preventivas, a las campañas de diagnóstico precoz y sobre todo a los avances terapéuticos, que han permitido que se incremente su calidad de vida.

Los médicos destacan la importancia de disfrutar del día a día

Pero las muertes por cáncer siguen estando ahí, y estos fallecimientos frente a los que se producen por enfermedades cardiovasculares, tal y como señala Miguel Martín, el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de servicio de Oncología Médica del Gregorio Marañón de Madrid, "suelen ser de personas más jóvenes, con lo que el impacto social es más alto".

El médico recuerda que el cáncer se cura cuando se diagnostica inicialmente en el 80 % de los casos, pero un 15-20 % de los pacientes puede recaer y entre un 5 y un 6 % de ellos puede presentar metástasis desde el diagnóstico, y ahí el objetivo es "que sea una larga supervivencia". Psicooncólogos explican cómo afecta en la sociedad la muerte por cáncer de una persona popular y cómo lo hace especialmente en los enfermos.

"A Bimba Bosé la voy a poner como un ejemplo positivo en las charlas. Su muerte puede provocar tristeza, pero de una forma momentánea, porque luego hay que fijar la atención en otro aspecto, el del ejemplo de cómo ha vivido hasta el final", afirma Juan Antonio Cruzado Rodríguez, director del Máster en Psicooncología de la Universidad Complutense.