Un equipo de científicos dirigidos por la bióloga Conxita Ávila se ha desplazado a la Antártida para desarrollar investigaciones sobre el ecosistema marino del continente austral y tratar de encontrar moléculas en los microorganismos útiles para el uso farmacológico.

Ávila explicó ayer por videoconferencia con estudiantes y profesores de la Universidad de Barcelona (UB) que sus investigaciones, enmarcadas en el proyecto Distantcom, se centran en las moléculas de los invertebrados que viven en el fondo del mar antártico para evaluar su posible uso en el tratamiento de enfermedades.

El equipo científico del Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio) de la UB, que se encuentra en la Antártida desde el 15 de enero, también estudia los efectos del cambio climático en estos organismos invertebrados.