Una administración de lotería de Barcelona ha repartido 10 series del Gordo, premiadas con 40 millones, que había comprado en Madrid porque cada año recopila décimos acabados en 13 que le solicitan sus clientes habituales.

Montserrat Malagelada, titular de la administración número 25 de Barcelona, situada en el número 65 de la calle del Carme, en el barrio del Raval de Barcelona, ha explicado a Efe que los décimos se los envió Agustín Ramos, el lotero del Paseo Esperanza de Madrid, que es amigo suyo "desde siempre".

Malagelada ha señalado que no tenía los décimos a la vista, sino guardados en el mostrador y cuando uno de sus clientes le pedía un número acabado en 13, sacaba el 66.513, que era el que este año le había enviado su amigo porque ella no tiene asignados números que acaben en 13.

"Normalmente siempre me enviaba el mismo número acabado en 13, que no era éste, pero justo este año Agustín ha cambiado de administración y me envió otro número acabado en 13", que ha sido el afortunado.

"Estoy muy feliz de haber repartido suerte", ha indicado la lotera, que ha asegurado que no se ha quedado ninguno de los décimos ganadores.

Malagelada se ha mostrado sorprendida de que el Gordo haya acabado en 13, "cosa que nunca había sucedido", y ha confesado que "estos números son para tenerlos, pero nunca tocan".

"Ver la cara de felicidad de mis clientes habituales es una gran satisfacción", ha reconocido la lotera, que ha informado de que los compradores de estos décimos son todos vecinos del barrio, "personas supersticiosas, de todas las edades y clases".

La lotera ya ha recibido esta mañana una caja de bombones de un afortunado, que ha acudido para llevarle el regalo y descorchar una botella de cava.

"Seguiremos comprando el 13, ahora con más motivo que nunca", ha concluido la titular de la administración de lotería, que lleva abierta en el Raval 75 años.

Entre los afortunados poseedores de décimos del número 66.513 está Rosa, una señora mayor que se ha acercado a la administración y ha explicado a los periodistas que ella compró un décimo y se lo repartirá con su hija.

"Mi nieto estaba siguiendo la lotería y me ha avisado de que el Gordo acababa en 13 porque sabía que yo siempre juego números que acaban en 13", ha relatado la agraciada.

Al darse a conocer el premio, muchos vecinos del barrio han acudido al local de la administración, donde se ha desbordado la alegría contagiosa de la amplia sonrisa de Montserrat Malagelada.