Debido al Día Mundial del Lavado de Manos, Unicef afirma que, en 2015, más de 300.000 niños menores de cinco años murieron en todo el mundo por enfermedades diarreicas ligadas a la falta de agua potable y saneamiento. Esto implica que cada día murieron 800 niños. Sin embargo, muchas de estas muertes se podrían haber evitado a través del simple gesto de lavarse las manos con jabón.

El lavado de manos con agua y jabón se considera como un sistema de prevención con una relación muy favorable entre coste y eficacia para luchar contra más de 200 enfermedades, desde infecciones respiratorias como gripe común y gripe A, neumonía, tosferina y bronquiolitis, hasta enfermedades de transmisión feco-oral como cólera, diarrea y hepatitis A y E, así como gastroenteritis, gastritis, neumococo, enfermedad mano-pie-boca, lombrices intestinales, etc.

El lavado de manos tiene sentido como medida preventiva para mantener a los niños a salvo de las enfermedades. Es simple, rentable y ha demostrado salvar vidas", explicó Sanjay Wijesekera, jefe de agua, saneamiento e higiene de Unicef.

Asimismo, ante la creciente resistencia a los antibióticos, la OMS ha recordado que, junto al mal uso y uso abusivo de los antibióticos, existen también deficiencias en materia de prevención y control de enfermedades donde el lavado de manos debe jugar un papel clave.

Desde el año 2008 y bajo los auspicios de Naciones Unidas, el 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos con agua y jabón, ocasión que sirve para difundir su importancia. "Haz del lavado de manos un hábito" es el lema elegido este año para el Día Mundial.