Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) del hospital Clínic de Barcelona han identificado el primer ''epi-driver'' en cáncer de hígado, es decir, una alteración epigenética en un gen concreto, el IGF2, que hace que los tumores crezcan.

En el estudio, publicado hoy en la revista ''Gastroenterology'', los investigadores han encontrado que esta alteración está presente en un 15 % de los tumores y que un anticuerpo monoclonal la bloquea de forma efectiva y frena la progresión en modelos animales.

El estudio lo ha coordinado Josep María Llovet, jefe del grupo Idibaps de Investigación traslacional en oncología hepática y director del Liver Cancer Program en la Icahn School of Medicine at Mount Sinai (NewYork) y en él han colaborado Iris Martínez-Quetglas y Roser Pinyol.

El cáncer de hígado es la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo y tiene una incidencia de 850.000 nuevos casos cada año.

Según ha explicado Llovet, el carcinoma hepatocelular (HCC) es el tipo de cáncer de hígado más frecuente y, aunque se han puesto en marcha programas de vigilancia para pacientes con alto riesgo de desarrollarlo, la mayoría todavía se diagnostican en estadios avanzados.

En estos casos las opciones de tratamiento son muy limitadas y sólo un fármaco, el sorafenib, ha demostrado su eficacia, por lo que existe una gran necesidad de encontrar nuevas dianas moleculares y tratamientos para el HCC.

Según Llovet, "hasta ahora no se había encontrado ninguna epi-driver en cáncer de hígado. Se trata de un oncogén que no tiene mutaciones genéticas, sino que tiene alteraciones a nivel del epigenoma, es decir, en lo que modifica la expresión de los genes pero sin alterar la cadena de ADN".

En el estudio, los investigadores han descrito un mecanismo epigenético que es el responsable de la activación de un receptor celular en HCC, la insulin-like growth factor (IGF2), con muestras de 228 pacientes.

"En este caso concreto, hemos visto que este epi-driver tiene una metilación (la principal alteración epigenética) inferior a la habitual, que está presente en el 15% de los pacientes con HCC y que su sobreexpresión es muy elevada, 20 veces superior a la de las células sanas", ha detallado Llovet.

El equipo de investigadores también ha demostrado, en modelos animales transgénicos, que el gen hace crecer el tumor significativamente.

Los científicos también han visto que un anticuerpo monoclonal dirigido contra este epi-driver reduce la proliferación de las células tumorales y frena la progresión del cáncer.

Se trataría, pues, según Llovet, de un potencial tratamiento para los pacientes que presentan la alteración.

"En este estudio hemos encontrado un biomarcador capaz de reconocer grupos de pacientes en cáncer de hígado que se puedan beneficiar de un tratamiento concreto. Así, abrimos una nueva vía hacia la medicina de precisión", ha concluido Llovet.