Cerca de cinco millones de inmigrantes se nacionalizaron europeos entre 2009 y 2014 y de ellos, uno de cada seis se hizo español, lo que convierte a España, con 843.673 nuevos ciudadanos, en el país de la UE que más extranjeros ha nacionalizado en ese periodo, seguido de Francia e Italia.

Sin embargo, según detalla el último Focus on Spanish Society editado por Funcas, si se atiende al número de nacionalizados en función de la población, España ocuparía el cuarto lugar tras Luxemburgo, Suecia e Irlanda, países estos más pequeños. En Suecia e Irlanda la proporción de nacionalizaciones es de 2,6% y 2%, respectivamente, mientras que en España es de 1,8%.

En cuanto a los nacionalizados, el 64% procedían de Sudamérica y Centroamérica, cuyos ciudadanos tienen requisitos menos estrictos que el resto de los extranjeros pues se les exigen dos años de residencia legal y continuada en España frente a los diez que se piden por norma general, y no han de renunciar a su nacionalidad de origen, como el resto.

En los casos de Francia e Italia, la mayoría de los nacionalizados procedían de países africanos, mientras que en Suecia predominan los de origen asiático.

Focus on Spanish Society presenta también datos sobre matrimonio e indica que la institución está sufriendo un "debilitamiento" que resulta más acusado en los países católicos del sur de Europa. Según Eurostat, entre 2000 y 2014 el número de matrimonios por cada 1.000 habitantes se redujo 3,2 puntos en Portugal, 2 en España y 1,9 en Italia.

Indica que en España, el descenso del matrimonio ha sido particularmente significativo entre los grupos de edad de 20 a 50 años, según el citado informe.