Veterana diplomática con extraordinarias dotes de negociación, así definen quienes la conocen a Patricia Espinosa, la mexicana que en 2010 restauró la confianza en Naciones Unidas como marco para luchar contra el cambio climático, elegida para dirigir la convención en esta materia.

La excanciller mexicana Patricia Espinosa fue designada ayer secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), anunció en un comunicado de prensa el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La nueva secretaria asumió la difícil tarea de presidir la cumbre del clima de Cancún, en 2010, cuando las relaciones internacionales estaban absolutamente desmembradas tras la fallida conferencia de Copenhague, donde las disputas entre países ricos y pobres, entre otros, hicieron imposible un acuerdo.

Espinosa (Ciudad de México, 1958) era en aquel momento la secretaria de relaciones Exteriores del Ejecutivo mexicano de Felipe Calderón, quien decidió encargarle el reto de dirigir aquella cumbre por "su gran capacidad de conciliación y negociación", asegura en una entrevista telefónica con Efe.

Frente a las reuniones a puerta cerrada entre un pequeño grupo de naciones poderosas que llevaron al fracaso a Copenhague, la diplomática mexicana "impone un estilo de negociación basado en la transparencia y en escuchar las inquietudes de todas las partes", subraya la ex secretaria española de Cambio Climático, Teresa Ribera.

"La esencia de su estrategia fue crear un proceso inclusivo, asegurando que todos los países, desde China hasta el más pequeño de los estados, sintiese que combatir el cambio climático era también su responsabilidad", agrega.

Un nuevo estilo de negociar "que devuelve la confianza en el multilateralismo y que es el que ha permitido alcanzar, cinco años después de Cancún, el histórico Acuerdo de París", añade Calderón.

Además de otros logros, como la creación del Fondo Verde para el clima, Espinosa consigue otro hito histórico en la cumbre que preside: que los países en desarrollo asuman por primera vez compromisos de reducción de emisiones, un hecho finalmente materializado en el pacto del clima adoptado el pasado diciembre por 200 naciones ricas y pobres.

Diplomática de carrera desde 1981, Espinosa es madre de dos hijos y desde 2013 embajadora de México en Alemania.

Habla cuatro idiomas, ha dirigido la legación diplomática de su país en cuatro países y es experta en comercio internacional, tráfico de drogas, derechos de la mujer y desarrollo sostenible (formó parte del panel de la ONU en esta materia en 2015).

Como subraya su exjefe y gran amigo Vicente Calderón, la nueva jefa de cambio climático Naciones Unidas toma el relevo de la costarricense Christiana Figueres en un momento "crucial" en el que hay que asegurar la ratificación del Acuerdo de París para que entre en vigor y su implementación para que logre su objetivo: que la temperatura del planeta no suba más de dos grados.

Los compromisos iniciales de los países llevan a un incremento de 2,7 grados a finales de siglo, por lo que aumentar la ambición es vital.

"Como dice el refrán, a Patricia Espinosa le toca conducir el trecho que va del dicho al hecho, pero tiene capacidad y visión de sobra para hacerlo", sostiene Calderón, actual presidente de la Comisión Global de Economía y Clima.

Ribera, también cercana a Espinosa, considera que desde el punto de vista de la realidad española y latinoamericana "es muy buena noticia" que la nueva responsable de cambio climático de la ONU sea por segunda vez una mujer hispana, porque "pone de manifiesto hasta que punto hay compromiso y credibilidad por parte de la región en la lucha contra el calentamiento".

La ex secretaria de Estado española considera que sabrá tender puentes entre las naciones industrializadas y en desarrollo, y valora que "entienda la complejidad que supone cambiar radicalmente los planteamientos del desarrollo económico, y generar riqueza sin recurrir a la quema de combustibles fósiles".

La jefa de cambio climático del Gobierno español, Valvanera Ulargui, que ha tratado a Espinosa en el marco de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC), opina que su "merecido nombramiento" es motivo "de orgullo" para España y Latinoamérica.