El Papa ha firmado el decreto que aprueba el milagro necesario para la canonización del sacerdote sevillano Manuel González García (1877-1940), quien fuera obispo de Málaga y de Palencia y que fue beatificado por san Juan Pablo II el 29 de abril del 2011.

Según ha informado la Oficina de prensa del Vaticano, tras haber recibido al prefecto de la congregación de las Causas de los Santos, el cardenal italiano Angelo Amato, Francisco reconoció un milagro por la intercesión del beato español, fundador de las Misioneras Ecuarística de Nazaret, y por el que será proclamado santo.

El beato Manuel González tuvo que abandonar la ciudad de Málaga por la persecución religiosa en España durante la II República, es conocido como el apóstol de los Sagrarios Abandonados.

Nació en Sevilla el 25 de febrero de 1877. Fue bautizado seis días después en la parroquia de San Bartolomé y de San Esteban. Recibió la Primera Comunión el día 11 de mayo de 1886, y el sacramento de la Confirmación, el 5 de diciembre del mismo año. Cuando tenía doce años, en octubre de 1889, ingresa en el Seminario menor. El 21 de septiembre de 1901 recibió la ordenación sacerdotal de manos de su arzobispo, el beato Marcelo Spínola.

A finales de 1915 es preconizado obispo auxiliar de Málaga. El 16 de enero de 1916 fue consagrado obispo en la catedral de Sevilla. Y el 25 de febrero entró en Málaga. El 22 de noviembre de 1920, Benedicto XV le nombra obispo residencial de la diócesis malacitana. En la sede andaluza vive el drama de la persecución religiosa en España en tiempos de la II República, llegando a ser expulsado de la ciudad y teniendo que refugiarse en Gibraltar.

El 5 de agosto de 1935, Pío XI le nombra obispo de Palencia, donde fallece, en olor de santidad, el 4 de enero de 1940. Las virtudes de Don Manuel llevaron a San Juan Pablo II, Papa, a declarle Venerable el 6 de marzo de 1998. Fue beatificado el 29 de abril de 2001.