El Vaticano se prepara para el Jubileo Extraordinario de la Misericordia convocado por el papa Francisco, un evento rodeado de fuertes medidas de seguridad que comenzará en un día con la apertura de la Puerta Santa.

Será la ocasión idónea para que los católicos de todas partes del mundo abran "los ojos a las miserias del mundo", eviten el "cinismo que destruye" y la "indiferencia que humilla", y muestren misericordia con los más desfavorecidos.

Esa es la voluntad del papa Francisco, tal y como explicó en la bula de convocatoria que, compuesta por 25 puntos y titulada "Misericordiae Vultus", establece las líneas que seguirá este Jubileo que concluirá el 20 de noviembre de 2016.

Ayer, dos días antes del inicio, Jorge Bergoglio deseó "una buena preparación" a los distintos peregrinos que ya se encuentran en Roma, pero también a los que llegarán a la capital italiana y a los que vivirán el Año Santo en sus países.

El Jubileo comenzará el 8 de diciembre con el rito de la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, que solo se abre durante el periodo jubilar.

Será una ceremonia "muy simple", explicó recientemente el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, y a ella acudirán miles de peregrinos de todas partes del mundo y también se espera la presencia del papa emérito Benedicto XVI.

A las 9:30 locales (8.30 GMT), el papa cruzará el umbral de la Puerta Santa y se dirigirá, seguido de cardenales, obispos, religiosos y laicos, hacia la tumba del Apóstol San Pedro.

Tras la eucaristía, el papa rezará el Ángelus y, por la tarde, acudirá a la plaza de España, en el corazón de Roma, para presidir los actos de celebración de la Inmaculada Concepción.

Ya a última hora de la tarde, en la fachada de la basílica vaticana y en su cúpula se proyectarán una serie de fotografías que presentarán imágenes inspiradas en la misericordia, en la humanidad, en el mundo natural y en el cambio climático.

Además, durante los días posteriores también se abrirán las puertas santas de las otras tres basílicas mayores de la capital italiana: San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros.

Este Jubileo, el primero del pontífice jesuita, tendrá un significado especial, pues se celebra en el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.