La Unión Europea (UE) adoptó ayer nuevos límites a las emisiones de las instalaciones de tamaño medio, como las calefacciones de hospitales o las industrias medianas.

Las emisiones de las instalaciones de combustión de tamaño medio eran las únicas de este tipo que no estaban cubiertas por la legislación comunitaria, y los nuevos máximos se aplicarán tanto a las nuevas plantas como a las que ya existían. El consenso incluye unos niveles límites para las emisiones de tres contaminantes, el dióxido de azufre (SO2), el óxido de nitrógeno (NOx) y las partículas en suspensión, las más perjudiciales para la salud humana.

La UE pacta dar flexibilidad a los sistemas insulares, un aspecto de gran interés para España

Las emisiones de monóxido de carbono (CO) serán controladas, pero por el momento no estarán sujetas a restricciones.

El acuerdo introduce diferencias en la aplicación de los límites según el tamaño de las plantas medianas, de las que se calcula que hay 140.000 en toda la Unión Europea.

Las instalaciones medianas de mayor tamaño -de 5 a 50MW- deberán cumplir la normativa para 2025, mientras que las de menos tamaño -por debajo de 5MW hasta 1MW- tendrán cinco años más de plazo para ello. Algunas plantas también podrán tener de margen hasta 2030 para cumplir con las nuevas normas, como sistemas de calefacción urbana, plantas que queman biomasa como su principal combustible, aquellas situadas en sistemas pequeños aislados y las relacionadas con un sistema nacional de transmisión de gas.

Todas las instalaciones que comiencen a funcionar a partir de 2018 serán consideradas nuevas y tendrán que cumplir la normativa. También pactaron dar flexibilidad a sistemas aislados como los insulares, un punto de gran interés para España.