El Plan para el Abordaje de la Hepatitis C, que se puso en marcha el pasado uno de abril, tiene varias "fortalezas", una de ellas "claramente poderosa": la estrategia terapéutica. Sin embargo, también tiene defectos, y el mayor de ellos es la "financiación poco transparente".

Lo aseguró, en declaraciones a Efe, el hepatólogo Javier Crespo, secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado y miembro del comité de expertos que elaboró el Plan, tras participar en el acto de presentación de un informe sobre cómo implementar dicho plan que ha elaborado PwC y la compañía farmacéutica Gilead.

Crespo afirmó que la estrategia terapéutica del plan ha permitido que se esté tratando con los nuevos fármacos -que tienen más de un 90% de éxito- "sin restricciones" prácticamente a todos los pacientes que tienen una fibrosis hepática significativa, tal y como contempla el plan.

El proyecto permite dar los nuevos fármacos a casi todos los pacientes de fibrosis hepática

"Esa es la primera fortaleza", destacó el hepatólogo, quien también se refirió a la I+D+i como punto fuerte del plan, ya que recoge, entre otras cosas, que se estudien eventos específicos relacionados con la prevalencia e incidencia de la infección y el desarrollo de líneas de trabajo con financiación.

En este sentido, subrayó que es "la primera vez" que un plan aborda "con dinero de verdad" un problema de salud invirtiendo precisamente en salud.

Por el contrario, "el gran defecto" de este plan es, a su juicio, el sistema de financiación": "es muy poco transparente, no lo entendemos, no lo entienden los agentes locales de salud, no lo entendemos los médicos y eso exigiría un proceso de explicación más claro", aseveró el experto en este asunto.